sábado, 22 de marzo de 2014

SEIS RAZONES POR QUÉ ORAMOS EN LENGUAS


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez ministrando al
Obispo Fausto Cortés.
Versículo clave: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” Judas 20

Objetivo: Que cada discípulo pueda dar razón bíblica sólida del por qué orar en lenguas es asunto de suma importancia. Los siervos de Dios que oran en el Espíritu manifiestan mayor poder y obtienen más abundantes frutos para el reino de Dios. Ya que ha surgido una corriente de evangélicos que están dejando la doctrina de la Gracia y al volverse a la Ley Mosáica, mucho de lo que es el Bautismo en el Espíritu Santo y sus consecuencia gloriosa, les estorban. Entonces: Niegan la veracidad, vigencia y razón de ser de las lenguas.

INTRODUCCIÓN
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU Y LA ORACIÓN CON EL ENTENDIMIENTO

Por la gracia de Dios, millones de cristianos evangélicos que cuando íbamos tras los ídolos mudos, rezábamos, al convertirnos al Evangelio, principiamos a orar. Esta fue una de nuestras más maravillosas experiencias. Hablar con nuestro Padre sin repetir como el perico algo que aprendimos.

Pero, cuando hemos recibido el bautismo en el Espíritu Santo entramos a una nueva dimensión en la oración.

Dice I Corintios 14.15: “¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento. Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento”

Aquí está la base bíblica para afirmar que un hijo de Dios puede y debe orar en dos canales: con el espíritu, es decir, orar en lenguas, y orar con el entendimiento; como lo hemos hecho desde que nos convertimos.

Al respecto, es importante establecer que Dios siempre tiene un orden. El cristiano debe orar primero en el espíritu y luego con el entendimiento.
En algunos grupos pentecostales se sustenta que para poder orar en el Espíritu, o con el espíritu; hay que entrar en una especie de calentamiento espiritual orando con el entendimiento y después ya puede orarse con el espíritu. La Biblia establece que es al revés. Además, cuando se principia orando con el entendimiento, hay la propensión de poco a poco dejar de orar con el espíritu.


LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS DA REPOSO
Menuchah es el término hebreo que se traduce REPOSO. en Isaías 28. 11 dice: “Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo”

Desde que recibí el bautismo en el Espíritu Santo, infinidad de veces he escuchado las mismas frases de rechazo a la manifestación de lenguas de mucha gente, que dice eso: “Que lenguas, ni que lenguas, parecen tartamudos tratando de hablar”  Es una correcta percepción de las lenguas. Así lo declara la misma Escritura.

Pero si leemos la primera parte de Isaías 28.12, dice: “A los cuales él dijo: Este es el reposo. Dad reposo al cansado…” Aquí concurre el término MENUCHAH, que significa lugar de descanso, lugar de quietud, lugar de consolación, lugar de paz.

Hemos tenido la experiencia hermosa de ir a un hospital para orar por ejemplo con personas enfermas del corazón, y al momento de orar en lenguas, los aparatos del hospital reflejan una sensible mejoría en el ritmo cardíaco; mejora  la palpitación del enfermo.

MENUCHAH se refiere también a la condición misma del reposo. MENUCHAH se deriva del verbo NUACH, que significa: descansar, calmar, asentarse, alivio.

En Génesis 5.29 dice: “Y llamó su nombre Noé, diciendo: este nos aliviará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo”. Aquí vemos como los padres de Noé le pusieron ese nombre porque previeron que su vida fuera placentera. Y Noé viene del verbo NUACH.

Así que en Isaías 28.12, MENUCHAH implica gran alivio, paz y seguridad.

En la misma línea de pensamiento está el Salmo 23.2: “En lugares de delicados pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará”. Así que por extensión, cuando tú oras en lenguas, entras al reposo de Dios, estás en el lugar de reposo, literalmente bebes de las aguas de reposo.

En Números 10.33 dice: “Así partieron del monte de Jehová, camino de tres días; y el arca del pacto fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de reposo” En este pasaje también concurre el término MENUCHAH. Al respecto podemos decir que nosotros no buscamos un lugar de reposo, sino una comunión con Dios en oración donde tenemos reposo. Y cuando oramos en lenguas, ese reposo es real e intenso.

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS DA REFRIGERIO.
En el mismo versículo de Isaías 28.12 en la segunda parte nos dice: “…y este es el refrigerio; más no quisieron oír.”  Este pasaje termina diciendo: “Más no quisieron oír” y se refiere a los líderes que por su soberbia desoyeron la profecía de Isaías. La soberbia y la incredulidad conducen a una vida desértica, pero una vida de fe desemboca en un refrigerio para el alma y para todo nuestro ser.

Orar en el Espíritu es un refrigerio. Para cuantos hemos recibido el bautismo en el Espíritu santo y hemos tenido esa maravillosa de orar en lenguas, no hay discusión. Orar en lenguas es un recurso de amor de Dios hacia sus hijos para quienes Él ha provisto una vida de continuo banquete espiritual, de refrigerio sin límite.


LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS EDIFICA.
Dios quiere ministrarnos y bendecirnos a través del Espíritu Santo. Dice I Corintios 14.2: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”
No falta quien argumenta, que orar en lenguas tiene una actitud egoísta, porque dice la Palabra que quien ora en lenguas se edifica a sí mismo. Pero quien profetiza edifica a la iglesia. Entonces, es mejor profetizar.
Ambas cosas son necesarias. Para poder edificar a otros, hay que edificarnos antes a nosotros, porque para poder ministrar a otros hay que tener algo que darles. Y la mejor manera de ministrar con poder y eficacia a otros, es cuando lo hacemos después de habernos edificado nosotros y eso lo logramos orando en lenguas.
¿Quieres edificarte en el Espíritu Santo? Hazlo orando en lenguas. La oración debe fortalecer  y renovar el pacto con Dios. Dice Judas 20: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo”

Hay dos expresiones equivalentes: Orar en el Espíritu (Judas 20) y “orar con el espíritu” (14.15). En el primer caso Espíritu es con mayúscula porque se refiere al Espíritu Santo, en el segundo espíritu es con minúscula porque se refiere el espíritu de cada uno  de nosotros. En el primer caso es en el Espíritu y en el segundo caso es con el espíritu. Pero se refiere a la misma acción de orar en el plano de lo sobrenatural.

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS GUÍA.
Con frecuencia, los cristianos nos encontramos en una verdadera encrucijada. ¿Qué hacer? ¿Qué camino tomar? ¿Qué es lo que nos conviene pedir? Es en esos momentos, cuando el Espíritu Santo  puede y quiere intervenir en nuestras vidas e interceder por nosotros, con “gemidos indecibles”. Cuando atravesemos por un momento así en nuestro caminar diario, tenemos  un recurso sobrenatural a nuestro  alcance y es orar en lenguas. Dice Romanos 8.26: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”

El pastor de una iglesia histórica me dijo: “Que desagradables ruidos producen los que dicen que oran en lenguas, son solo gemidos” Y le contesté: “Sí. Efectivamente, lo que usted me dice para descalificar lo sublime de esta experiencia es exactamente lo que la Biblia declara. El Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles.

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU ES CANAL DE REVELACIÓN.
Muchísimos cristianos que no han recibido el bautismo en el Espíritu Santo,  no tienen revelación de Dios en sus vidas. Solo saben de Dios lo que han aprendido de oídas. Pero cuando tú recibes el bautismo en el Espíritu Santo y principias a orar en otras lenguas, estableces un canal de revelación que de otro modo no se obtiene.

Dice I Cor. 14.2: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”

¿Qué es un misterio? Es una verdad todavía no revelada. ¿Cuándo el misterio deja de ser misterio para el cristiano? Cuando recibe la revelación de esa verdad.

Todos cuantos oramos en lenguas hemos recibido de Dios instrucción sobrenatural de cosas que están en la Biblia, pero que muchos no entienden. Tú oras en lenguas, principias a decir misterios, y el Espíritu Santo permea esos misterios en tu espíritu mientras oras. Más tarde de tu espíritu pasan a tu mente, y de pronto, sabes cosas de Dios que nadie te ha enseñado.

Puedo asegurarte en la presencia de Dios que un 90% del contenido de este libro, lo recibí directamente del Señor mientras he orado en lenguas. Más tarde, de pronto voy a una librería y veo algunas cosas que sé porque el Señor me las ha enseñado, plasmadas en esos libros, o voy a un culto o conferencia y escucho la enseñanza de algún siervo de Dios y lo que escucho confirma, lo que ya el Señor me ha mostrado de manera personal y directa.

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU ES UN RECURSO DE ADORACIÓN Y DE ALABANZA
En Juan 4.23-24 dice: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
Cristianos orando en lenguas en la Comunidad Cristiana
Filadelfia de Misterios 576, Cd. de México.
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

De ningún modo podremos afirmar que si un cristiano jamás a orado con el espíritu, que no ha adorado “en espíritu y en verdad”. No, afirmar eso, sería algo temerario.  Pero sí podemos afirmar que cuando entramos a la presencia de Dios orando con el espíritu, establecemos de inmediato un manto de unción, Entramos a un momento especial de adoración y alabanza.

Eso fue lo que les pasó a los 120 en el Aposento Alto. Mientras algunos incrédulos que llegaron a escucharlos hablar en otras lenguas se burlaban de ellos afirmando que estaban ebrios, quienes eran piadosos declararon que los 120 estaban alabando a Dios. Dice Hechos 2.11: “…cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios” En el libro de los Salmos, “contar las maravillas de Dios, es alabarle.

Cuando oramos con el entendimiento, puede llegar un momento en que se nos agotan las palabras, pero si echamos mano de la oración en lenguas, tendremos un vasto recurso de adoración al Señor por tiempo indefinido. Cuando oramos en lenguas podemos hacerlo por mucho tiempo,

El Señor quiere que rindamos a El nuestra vida, le adoremos y cumplamos su voluntad por esta razón el recurso más viable para ser este tipo de adorador, se encuentra en la oración en el Espíritu.

viernes, 21 de marzo de 2014

¿ES VÁLIDO EL BAUTISMO CON FORMULA TRINITARIA?

El Profeta, Lic. Joel Obed Sánchez Castro, hijo menor del Appóstol
Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, a unos días previos a su boda con
la Srita. Lic. Mary Carmen Olmedo.
A raíz de un blog que he intitulado, BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESÚS, he recibido un comentario que por su importancia me parece digno de una respuesta un tanto cuanto más amplia. El comentario dice así:
“Anónimo dijo...
Entonces es válido en El Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. O solo debe ser en el Nombre de Jesucristo?”
Con humildad, pero con la autoridad apostólica que Dios me ha dado y el respaldo de mis conocimientos teológicos, quiero responder en dos partes, a saber: 1) Validez. Y 2) Entendimiento.
De antemano, conocemos grupos radicales que sustentan que quien no se bautiza en el Nombre de Jesucristo, no puede ser salvo. Así opina la Iglesia Pentecostal Unida y la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. Más allá está un grupo cristiano pero con tendencias claramente sectarias como lo es La Iglesia de la Luz del Mundo que sustenta que quien será salvo debe ser bautizado en el Nombre de Jesucristo, pero solamente será válido dicho bautismo si lo realiza un pastor ordenado de ese grupo religioso.
Hablando de salvación, en una sana exégesis bíblica, no hay manera de sustentar que EL BAUTISMO ES ELEMENTO INDISPENSABLE PARA SALVACIÓN. El cuestionamiento sería: ¿SEREMOS SALVOS POR BAUTIZARNOS EN AGUA O POR CREER EN JESUCRISTO?
Obvio que quien verdaderamente cree en Jesucristo y tiene la oportunidad de bautizarse, va a desearlo hacer. Sin embargo tenemos claramente en el Evangelio el caso del ladrón arrepentido en la cruz a quien Jesús le dijo: “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”. (Lucas 23:43) 
Aquí las preguntas son: ¿Fue salvo o no este ladrón arrepentido? ¿Cómo pudo ser salvo si para salvarse necesitamos ser bautizados y él no pudo ser bautizado? Y de allí desprendemos que la salvación es por el sacrificio de Jesucristo y no por celebrar rito alguno.
Cuándo el carcelero de Filipos pregunto: “Señores ¿qué debo hacer, para ser salvo?” Pablo y Silas  le contestaron:” Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y SERÁS SALVO, tú y tu casa. “ (Hechos 16.3)
Así que somos salvos por creer en Jesucristo y no por hacer o dejar de hacer tal o cual cosa.
La validez del bautismo no está intrínsecamente en la fórmula o en la forma externa del bautismo. SINO EN QUE QUIEN SE BAUTIZA SEA CRISTIANO conforme a la Palabra.
¿Quién puede bautizarse?
 A) Quien ha decidió ser discípulo de Jesucristo de acuerdo a Mateo 28.19: “ Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Para que el bautismo sea válido primero debes decidir ser discípulo de Jesucristo después bautizarte.
B) Quien ha creído en el Evangelio es quien debe bautizarse: “El que CREYERE y fuere bautizado, será salvo; mas el que no CREYERE, será condenado.” (Marcos 16.16) Hechos 10:43 dice:” De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él CREYEREN, recibirán perdón de pecados por su nombre”  y Romanos 10:9 dice : “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y CREYERES en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.  Quien se ha arrepentido. H echos 2:38 afirma que: “Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Hechos 3:19 ratifica:  “Así que, ARREPENTÍOS y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio
Así que la validez del bautismo en agua, no depende de la fórmula o forma, sino de la relación espiritual que ha establecido previamente un discípulo con Jesucristo a quien reconoce como su Salvador y Señor.
2) ENTENDIMIENTO.
El mismo Señor Jesús dijo en Mateo 13.23: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende, y lleva fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno.” Para dar un fruto óptimo en el reino de Dios, requerimos de un buen entendimiento. Mismo que viene del Señor.
En este contexto el bautismo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en este proceso de restauración de todas las cosas, es válido para quienes no han recibido la doctrina sana del Nuevo Testamento respecto de la fórmula del bautismo. No para los necios y contumaces que con u corazón rebelde se cierran a la Palabra.
¿Qué es lo que hay que entender?
Que el Padre es el Hijo. Dice Isaías 9.6: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, DIOS FUERTE, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Aquí el HIJO QUE NOS ES DADO es llamado PADRE ETERNO. Es llamado Padre porque es el padre. De manera que el Hijo y el son un solo Dios verdadero y no dos personas distintas.
Venir a un río y ser bautizado en el Nombre de Jesucristo,
es un privilegio para quienes hemos nacido de nuevo
Que El Espíritu Santo es Jesucristo. Dice I Corintios 3:17: “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay LIBERTAD.  Y dice Filipenses 2:10: “para que en el nombre de Jesús se doble toda RODILLA de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”. ¿Entonces, quién es el Señor? ¿El Espíritu Santo o Jesucristo? ….Porque es claro de acuerdo a efesios 4.4 que SOLO TENEMOS UN SEÑOR. ¿Es el Espíritu Santo o es Jesucristo? La Biblia no se contradice. El Espíritu Santo y Jesucristo son el mismo Dios. Entonces lo que hay que entender es que el Padre es el Hijo y el Hijo es el Espíritu Santo. NO HAY TRES PERSONAS, ESE ES UN INVENTO SATÁNICO DE BABILONIA QUE CONSTANTINO EL GRANDE INTEGRÓ EN EL CREDO NICENO QUE EMITIÓ POR SER EMPERADOR PERO SIN SER CRISTIANO.
De manera que quien se bautiza basándose solamente en Mateo 28:19 que dice: “ Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” por ignorar Hechos 2.38 donde dice: “ Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Debe ser visto y tratado por las iglesias cristianos evangélicas en proceso de restauración como alguien que está bautizado y su bautismo es válido.
De hecho: en la Comunidad Cristiana Filadelfia, jamás hemos pedido a un discípulo que llega con nosotros de otra congregación evangélica y que fue bautizado después de ser salvo, que se bautice en el Nombre de Jesucristo. Mantenemos comunión con el Cuerpo de Jesucristo. No somos una secta. Nuestra experiencia es que, muchos discípulos después  de entender la doctrina del Nuevo Testamento, aunque ya habían sido bautizados con la fórmula trinitaria, ellos piden ser bautizados en el Nombre de Jesucristo, y entonces es que los bautizamos.
Nunca olvidemos que estamos en proceso de restauración de todas las cosas, y los dogmatismos inflexibles no ayudan a recibir la revelación de Dios.

EL BAUTISMO EN AGUA EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO


Junto al bautisterio de la Comunidad Cristiana Filadelfia,
el Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velazquez y su hijo el futuro Apóstol
Gibbar Sánchez Vizcarra.
DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA:
Bautismo se deriva del término griego, (egw baptizw)  EGO BAPTITZO, que significa, YO SUMERJO, o  YO TIÑO.  Así que bautizar es sumergir. Cuando el término se aplica a la fe cristiana, los nuevos convertidos,  son sumergidos en agua en el Nombre de Jesucristo con quien tienen una triple identificación.

SIGNIFICADO ESPIRITUAL DEL BAUTISMO:

Romanos 6.1-9 dice: “1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
    2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

    3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

    4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.(A)

    5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;

    6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

    7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

    8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;

    9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.

    10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en cuanto vive, para Dios vive.

    11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

    12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;

    13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.

    14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”

De acuerdo al pasaje anterior,  el bautismo en agua, es una identificación con Jesucristo en:
v Su muerte. Porque así como Jesucristo murió, el viejo hombre muere al pecado.
v Su sepultura. Jesús fue sepultado, y cuando uno muere también es sepultado. Aquí el que muere es el viejo hombre. La vida vieja. Por tanto la inmersión es la única forma válida para que el simbolismo sea pleno.
v Su resurrección. Así como Jesucristo resucitó de los muertos, cuando el creyente sale de las aguas, viene a una vida nueva en Jesucristo.

REQUISITOS PARA SER BAUTIZADOS:
Si nos preguntamos, ¿quién debe ser bautizado? La Escritura responde que deben hacerlo quienes:
v Han creído en el Evangelio. Marcos 16.16 dice: “El que creyere y fuere bautizado,  ese será salvo. Más el que no  creyere, ese será condenado.”
v Han decidido hacerse discípulos de Cristo. Discípulo, viene del término griego (mateteV)  MATETES. Que significa: Aprendiz, seguidor. Y tiene la connotación de alguien que quiere caminar con su maestro y llegar a ser como es el maestro. Dice Mateo 28.19: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.”
v Quienes se han arrepentido. Dice Hechos 2.38: “Pedro les dijo, arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para remisión de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”,
Entonces, ¿quién debe bautizarse? Quienes tienen la capacidad de creer, hacerse discípulos y arrepentirse de sus pecados. Por lo anterior sabemos que de acuerdo con la Palabra, los bebés y niños pequeños NO DEBEN SER BAUTIZADOS.

FORMULA DEL BAUTISMO:
Por favor nota que dice la Biblia, EN EL NOMBRE, y no dice en los nombres. EN EL NOMBRE,   ES SINGULAR. Se refiere a un solo nombre.
Tú puedes notar que en Mateo 28.19-20 el Señor Jesucristo establece la ordenanza del bautismo en agua. Veamos: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Pero en Hechos 2.38 está la ejecución de esa ordenanza: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
He escuchado pastores que dicen: “Pedro pudo haber dicho lo que quiso, pero yo hago lo que dije el Señor Jesucristo. Pero entre lo que Jesucristo dijo y lo que Pedro dice: “Bautícese en EL NOMBRE DE JESUCRISTO”. No hay contradicción. Pedro obedeció perfectamente bien la orden del Señor Jesús.  No hay incoherencia, sino una perfecta concordancia. Pedro estaba acompañado de los 11 apóstoles y nadie dijo, “Pedro, te has equivocado”, o “Pedro no cambies la fórmula” Y es que Pedro y los otros once, entendían lo que lamentablemente muchos líderes todavía no entienden,   no han visto en la Palabra la fórmula, o aunque la vean, prefieren mantenerse en la tradición católico-romana. Pero es categórico que la Biblia nos enseña que todo lo que hagamos sea de palabra o de hecho, lo hagamos en el Nombre de Jesucristo.  Colosenses 3.17 dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”

Así que, en la Biblia no hay contradicciones, ni dos fórmulas para el bautismo en agua. Solamente hay una. Bautizarse en el Nombre del Señor Jesucristo. Todos los casos de bautismos en agua que el Libro de Los Hechos narra, fueron ministrados en el Nombre que es sobre todo Nombre. Y ahora, en estos tiempos de restauración, Dios nos ha traído a esta revelación de la importancia suprema del Nombre que es sobre todo nombre: JESUCRISTO.
El siguiente párrafo lo tomo con reservas de su información, porque no conozco la versión del Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tov, ni la traducción Kadosh Israelta Mesiánica de Diego Ascuce (2003) del blog: http://visiondeprofetas.blogspot.mx/
El Bautismo debe hacerse en el Nombre de Jesús (Ro. 6:1-6; Col. 2:12-13; Hch. 2:38; 8:14-17; 8:37,38; 10:43,48; 16:30-33; 19:4,5; 22:16; 1 Co. 611; Gl. 3:26,27; 1 Jn. 2:6,12; Col. 3:17) Mateo 28:19 que es el único versículo que ordena bautizar en el triple nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Evidentemente no pertenece a las escrituras originales. La versión del Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tov no nombra la fórmula trinitaria, y la traducción Kadosh Israelita Mesiánica de Diego Ascunce (2003) expresa el texto de la siguiente manera: Mateo 28:19 “Por lo tanto, vayan a hacer talmidim (discípulos) a gente de todas las naciones, dándoles la inmersión en mi Nombre.” El bautismo invocando los nombres “Padre, Hijo, y Espíritu Santo” no se usó en el tiempo apostólico ni en los primeros siglos de la Iglesia, sino que fue una interpretación posterior que vino juntamente con todas las demás doctrinas falsas fruto de la apostasía, y que fueron aceptadas y confirmadas por el Concilio de Nicea en el año 325, y el Concilio de Constantinopla en el año 381. Hay claras evidencias de que las palabras “del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” en Mateo 28:19 fueron puestas en el evangelio de Mateo en un tiempo posterior a los cristianos primitivos, por lo menos, así lo establece Eusebio de Cesarea (265-339 dC), católico del tiempo del Concilio de Nicea (325).

jueves, 20 de marzo de 2014

DIOS ES UNO, NO TRES.


El Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, está aqui con su hijo
Ricardo González Zepeda a quien Dios sanó de cáncer en la mandibula,
un milagro portentoso del que siempre estaremos agradecidos con Dios.
Una noche de milagros, los padres de Ricardo le trajeron a
Filadelfia para la oración de fe. Y Dios obró con poder.
"Gracia y paz del Señor Jesucristo"
Dentro de lo que el Señor está haciendo para que se cumpla la restauración del Cuerpo de Jesucristo; está la revelación de aspectos cada vez más trascendentes que están en la Palabra, pero que con el devenir de los siglos se perdieron.
Del mismo modo como Dios usó a Juan Hus para gritar "Volvamos a la Biblia" y fue quemado por el Concilio Romano de Constanza, y que Tomás Mentzer predicó el bautismo en agua para los creyentes (y no para bebes) y fue ahogado por protestantes y católicos en el mismo río donde hizo sus primeros bautismos; así también Juan Calvino quemó a Miguel de Cervet por poner en tela de juicio la doctrina babilónica de la trinidad.
Todo cristiano sabe que el Apocalipsis es el libro final de la revelación de Dios. Después de este libro, no hay más revelación y los cristianos no necesitamos más. Ya que el propósito de la Biblia es mostrarnos el camino de la salvación eterna.
Y Apocalipsis 4:2 dice : “Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, UNO SENTADO”.
Además, Apocalipsis 14:14 asienta : “Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube UNO SENTADO semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda”.

Miles de pastores cristianos con la Biblia en la mano siguen defendiendo el dogma católico romano de la trinidad decretada por Constantino el Grande en el Concilio de Nisea y no son capaces de razonar: “Si en todas las doctrinas fundamentales del Cristianismo, la religión romana ha apostatado, mezclando la Palabra con prácticas babilónicas: ¿Cómo es posible que la doctrina de la trinidad, sea la sana doctrina respecto a Dios?

Eso equivaldría a sustentar que en todo lo fundamental, el  Romanismo se apartó de la verdad bíblica, pero en cuanto a la doctrina de Dios, el Romanismo ha sido fiel y verdadero para sostener la trinidad.
Amado hermano que peleas y te enojas por defender la trinidad, considera que en toda la Historia, jamás nadie a ha muerto o perseguido por defender la trinidad: pero son cientos de miles los que han sido quemados, torturados y desterrados por levantar el Nombre de Dios.
FILADELFIA A LAS NACIONES consagra a la gloria de Dios este espacio para compartir la doctrina de la UNIDAD Y UNICIDAD DE DIOS. Queremos gritar a los cuatro vientos que EL DIOS DE LA BIBLIA ES UNIPERSONAL: "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." Deuteronomio 6.4
Sin embargo, como le dijo el Señor Jesús a Pedro: "No te lo reveló carne ni sangre"...el Nombre de Jesucristo viene por revelación de lo alto.
Así que, bienvenido a FILADELFIA A LAS NACIONES
EL DIOS DE LA BIBLIA SE HA REVELADO COMO UN DIOS UNIPERSONAL. EN APOCALÍPSIS 4.2 DICE: "Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado." Este es el final de la revelación de quién es Dios. EN LOS CIELOS HAY UN SOLO TRONO. (no tres) Y EN EL TRONO UNO SENTADO (No tres).
Si el Romanismo ha tergiversado todas las doctrinas fundamentales del Cristianismo, ¿qué garantía tenemos de que no haya desechado la doctrina bíblica de Dios para adoptar la doctrina babilónica de tres personas. Los babilonios tenían su trinidad: Semiramis, Tamuz y Nimrod. Esa misma trinidad entre los romanos se integraba de Seb, Isis, Horus.
La restauración más importante, es la restauración de la doctrina bíblica de Dios.
Un pastor muy reconocido en la ciudad de México vino a mi oficina a demostrarme que la doctrina de la trinidad está revelada desde Génesis. Abrimos Génesis 1.26 dice: "Entonces dijo Dios:" Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra."
Cuando vamos a la Biblia con prejuicios doctrinales, tenemos mayor dificultad de ver lo que ella dice.
Si la interpretación que se me dio de este versículo fuera correcta, la RELIGIÓN JUDÍA sería radicalmente TRINITARIA. (Nadie se atreverá a decir que con una revelación tan clara el pueblo de Israel ignorara "tan trascendental doctrina").
Sin embargo, Israel tiene la UNIDAD DE DIOS y la UNICIDAD DE DIOS como la columna vertebral de su doctrina de Dios.
Entonces, ¿ cómo resolver esta aparente contradicción?
Para mayor seguridad, decidí consultar a varios rabinos. ¿ cómo entienden Génesis 1.26? Su respuesta: En este pasaje Dios está hablando con ángeles y arcángeles que le adoran noche y día y le acompañan.
Oh! Solamente de este modo armoniza Génesis 1.26 con Apocalipsis 4.2, donde habla de UNO sentado en UN TRONO. Ya que en la Biblia no hay contradicciones

BAUTISMO EN EL ESPÍRITU DIFERENTE A LA SALAVACIÓN


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, felicitando a su hijo el Lic. Joel
Obed Sánchez Castro, minutos después de la boda civil de Joel con
Mary Carmen.
Versículo clave: “ Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.” Hechos 8.16

Objetivo: Dios quiere que aprendamos es que el bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia diferente y generalmente posterior a la experiencia de salvación. Y que quienes dejan el Pacto de la Gracia, para volverse a la ley mosáica, pronto niegan su experiencia de haber sido bautizados con el Espíritu Santo y propagan que las lenguas que hablaron cuando eran cristianos, son falsas. Son ilusorias, que eso no existe.

INTRODUCCIÓN
Es obvio que el derramamiento del Espíritu Santo en Jerusalén el domingo de Pentecostés, no fue el único derramamiento. El Libro de los Hechos da razón de otros momentos gloriosos dentro de la iglesia naciente.

Cada uno de ellos tiene un objetivo. Esa visitación de Dios para la iglesia en Samaria está narrada en el libro de los Hechos. Veamos.
Dice Hechos 8:14-16: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;  los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.”
a)      BAUTISMO EN EL ESPIRITU, EXPERIENCIA DIFERENTE A LA SALVACIÓN. Dice Hechos 8.16 que, los samaritanos habían sido evangelizados por Felipe. Los convertidos incluso ya habían sido bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; pero tenían una característica en común. Nadie de ellos había recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Por eso podemos saber que cuando menos en algunas ocasiones, algunos cristianos pueden recibir el bautismo en el Espíritu Santo después de su experiencia de salvación.
b)      COBERTURA APOSTÓLICA. Hechos 8.14 nos habla del principio de cobertura espiritual y sujeción de los ministerios a la autoridad apostólica.  Ya que cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén supieron de la conversión de los samaritanos, no consultaron el parecer de Felipe, solamente en enviaron a Pedro y a Juan para ministrar el bautismo en el Espíritu Santo, y llegados ellos a Samaria, Felipe los recibió, les dio su lugar, y ellos ministraron. Este es el orden teocrático de la Biblia.
c)      DIOS TIENE DIFERENTES FORMAS DE MINISTRAR EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO. Notemos que hay varias formas externas en que podemos recibir el bautismo en el Espíritu Santo. En Jerusalén, los discípulos estaban sentados, y el Espíritu Santo vino de manera directa. En Hechos 8.15 dice que en Samaria, los apóstoles Pedro y Juan oraron por los discípulos y ellos recibieron el Espíritu Santo,  en Éfeso (Hechos 19) Pablo impuso sus manos en cada discípulo y cada uno recibió el bautismo en el Espíritu Santo.
d)      HAY ALGO EXTRAORDINARIO AL  RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO. En Hechos 8.18  hay un planteamiento importante. En el caso de Samaria, el Libro de los Hechos no dice que los discípulos que recibieron el bautismo en el Espíritu Santo hablaron en otras lenguas. Sin embargo había algo visible. De otro modo ¿Cómo fue que Simón el mago se dio cuenta que al imponer las manos los apóstoles, los discípulos recibían el Espíritu Santo y él quiso comprar esa facultad?
Al respecto podemos derivar  cuando menos dos conclusiones: 1- Que los samaritanos sí recibieron el bautismo en el Espíritu Santo y sí hablaron en lenguas al momento, aún cuando no se enuncie; ya que pudo haber sido obvio para el escritor de Hechos, en virtud de que en todos los demás casos siempre hubo dicha manifestación de hablar en lenguas. 2- Que los samaritanos recibieron el bautismo en el Espíritu Santo con una clara manifestación de regocijo, aunque  hayan hablado en lenguas después, como le sucedió a Pablo, como ha quedado explicado en la introducción de esta obra.
a)      EN EL EVANGELIO TODO ES DE GRACIA. En Hechos 8.20-24 aprendemos que las cosas de Dios, y particularmente el ministrar el bautismo en el Espíritu Santo, no  se puede comprar con dinero. He aquí el texto: “Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes  tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.  Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.”
Uno de los diez mil errores que el Catolicismo Romano defiende es la venta de las sedes episcopales, a dicha práctica que se le conoce como simonía, en referencia a Simón el Mago que describe Hechos 8. No debemos tolerar ni siquiera que los predicadores o cantantes cobren una tarifa determinada por su actuación o ministración, en virtud de la declaración del Señor Jesús en Mateo 10.8 que dice: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”
b)      UN DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU DEBE SER SEGUIDO DE DISCIPULADO Y EVANGELIZACIÓN. Cuando una iglesia recibe el bautismo en el Espíritu Santo, se inicia un gran avivamiento con dos vertientes básicas: Se intensifica el discipulado y la evangelización. Dice Hechos 8.25  “Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el evangelio”.
CONCLUSIÓN

Gente que había sido cristiana y ha recibido el Bautismo en el Espíritu Santo, de pronto, se vuelve a la ley mosáica y entre otras cosas niega su experiencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Afirma que las lenguas de los pentecostales son falsas, y deja de vivir los milagros que el pueblo de Dios recibimos y gozamos a diario. Claro! Se han vuelto a la ley, han dejado la gracia. Y ahora viven en la letra que mata, porque dejaron al Espíritu que vivifica. Apegados a la enseñanza de las Escrituras, los cristianos debemos recibir la experiencia personal de salvación y además, a la misma vez o más tarde, la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo. Bautismo en el Espíritu Santo que está vigente para los hijos de Dios.

martes, 18 de marzo de 2014

DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU MÁS QUE EL PENTECOSTÉS JUDÍO.


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez y su hijo Gibbar Sánchez
Vizcarra, uno de los ministerios más prometedores con que
cuenta actualmente la Comunidad Cristiana Filadelfia en todas
nuestras iglesias.
Versículo clave: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”  Hechos 1.8

Objetivo: Entender que el derramamiento del Espíritu Santo en el Aposento Alto fue en cumplimiento de la Profecía de Joel con la señal inicial de hablar en otras lenguas.

UNA DOCTRINA CATEGÓRICA
El bautismo en el Espíritu Santo es muy importante, y dicha importancia se desprende del hecho en que se menciona en el Nuevo Testamento  cuatro veces. Lo cual implica que estamos frente a una doctrina categórica. Doctrina categórica es aquella que está claramente establecida en la Palabra y enunciada de manera repetitiva.

En Mateo 3.11 dice: Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

En Marcos 1.7-8 dice: “Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo”
En Lucas 3.16 dice: “Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego
En Hechos 1.8 dice: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra
Si la Biblia habla de este tema de manera clara y repetitiva, sabemos que se trata de un asunto de vital importancia. Sí, es de vital importancia recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
EL DERRAMAMIENTO EN  JERUSALÉN
Es maravilloso ver como los discípulos obedecieron al Señor, cuando les dijo en Lucas 24.49: He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto
Porque los discípulos estuvieron en el Aposento Alto una semana completa en oración y espera del cumplimiento de la promesa. Hay quienes afirman que la espera duró 40 días. No.
Tomemos en cuenta que entre la Pascua y el Pentecostés mediaban 50 días. Desde la muerte  del Señor Jesús hasta su resurrección, transcurrieron 3 días. De acuerdo a Hechos 1.3, el Señor Jesús se apareció a los discípulos para darles mandamientos durante 40 días. Así que desde que el ascendió, hasta que descendió el Espíritu Santo solo hay una semana.
Aquí hay que destacar, que de más de 500 hermanos que estuvieron el  Monte de los Olivos para ver ascender a Jesús a los cielos, según afirma I Cor. 15.6,  solamente  120 estaban en el Aposento Alto cuando descendió el Espíritu Santo.  Los 380 restantes se fueron por no saber esperar en el Señor y se perdieron de la bendición. Eso pasa a los cristianos que no saben esperar que las bendiciones prometidas del Señor en sus vidas llegue en el tiempo de Dios.
Dice Hechos 2.1: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”  En este versículo hay la idea implícita de un día “prometido” de Pentecostés. Y el elemento fundamental del momento es que los discípulos estaban UNANIMES JUNTOS.  Porque podemos estar juntos, pero eso no implica que estemos unánimes.  De aquí que la unanimidad, es un factor determinante para que las bendiciones de Dios vengan y en particular para que el derramamiento del Espíritu Santo sea nuestra vivencia.
El término griego omoqumadon (HOMOTHUMADON) que se traduce unánimes, quiere decir, de común acuerdo. De omoV  (HOMOS) mismo y qumoV (THUMOS) mente. Se usa 10 veces en el Libro de los Hechos y en Romanos 15.6. Cuando nos congregamos como iglesia de Jesucristo y estamos de común acuerdo, suceden cosas maravillosas.
Al derramarse el Espíritu Santo hay señales sobrenaturales. Dice Hechos 2.2-4: “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen
El viento recio y las lenguas de fuego sobre la cabeza de los discípulos son hechos notorios, pero el versículo 4 afirma que: a) Fueron llenos del Espíritu Santo y b) Comenzaron a hablar en otras lenguas.
Aquí el término lenguas, glosai (GLOSAI) en griego significa idiomas. Pero ¿qué función tuvieron estos idiomas? Las iglesias evangélicas de corte histórico, han sustentado desde siempre que esas lenguas fueron para anunciar el Evangelio a los que estaban presentes de muchos países del mundo, para que cada uno pudiera escuchar el mensaje en su lengua. El mismo muy respetado Dr. Juan Wesley afirma lo mismo.
Sin embargo, debemos considerar dos cosas:
a)      La ubicación geográfica del Aposento Alto. Como leemos que había gente de muchas partes del mundo en Jerusalén en el día de Pentecostés, tenemos la idea de que estaban todos juntos, y que en medio de ellos, vino el derramamiento del Espíritu Santo. Pero no era así. La multitud en todo caso, estaba en el templo. Y los ciento veinte estaban en el Aposento Alto.
He tenido el privilegio de estar en la ciudad de Jerusalén y trasladarme del atrio del templo hacia el Aposento Alto y hay una distancia considerable. En el autobús turístico hicimos unos 18 minutos de trayecto.
Tomar en cuenta esta distancia es importante para entender el motivo de las lenguas en Pentecostés.  Ya  que dice claramente  Hechos 2.4-6 dice: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua
Si notas bien, los ciento veinte no principiaron a hablar en lenguas porque se reunió la multitud, lo cual hubiera apoyado la teoría de que les predicaron el evangelio  en otras  lenguas.  Cuando fueron llenos estaban solos en el Aposento Alto, y al ser llenos del Espíritu Santo,  principiaron a hablar en lenguas. No había nadie extraño.
Pero hecho el estruendo, se agolpó la multitud para ver que era aquello y al llegar al Aposento Alto los encontraron hablando en lenguas. Eso implica que aunque nadie hubiera acudido, los ciento veinte de todos modos hubieran hablado en lenguas.
b)      Los que subieron a adorar en Pentecostés tenían un idioma común en el Templo, el hebreo.
El pueblo de Israel aun en la dispersión ha conservado su idioma el hebreo. En el templo tanto judíos como prosélitos participaban del culto en lengua hebrea. De manera que si tenían que recibir un mensaje, no necesitaban traducción. Así que,  no eran  necesarias  las  “lenguas extrañas” para la predicación, como sustentan grupos evangélicos históricos. Además, es claro que la predicación la dio Pedro[1] en hebreo y nadie tradujo el mensaje a otros idiomas.
Si el mensaje se hubiera dado en lenguas, la predicación de Pedro hubiera sido de más.  Con “el mensaje en lenguas” la gente se hubiera convertido. Pero era necesario que alguien predicara para  la  conversión de la gente. Entonces, las lenguas cumplieron otra función.
Entonces: ¿Para qué eran esas lenguas? En Hechos 2.11 dice: “cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”  Hablar las maravillas de Dios es una frase clave. Hablar las maravillas de Dios es alabarle. Con la adoración expresamos lo que Dios es, y con la alabanza expresamos lo que Dios hace. Dios hace maravillas.
Como podremos corroborar más adelante, las lenguas son oración básicamente para alabar al Señor.
Finalmente leí en algún portal la peregrina idea de que el Espíritu Santo no se derramó sobre los ciento veinte, sino solamente sobre los 12 apóstoles.  Esa postura contradice la Escritura. Cuando Pedro predica lo primero que hace es mencionar la Profecía de Joel. Hechos 2.16-18 dice: “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”
Un derramamiento del Espíritu Santo en la Comunidad Cristiana
Filadelfia de Misterios 576, Col. Industrial.
Así que el pasaje nos da la promesa de un derramamiento sobre toda carne, diferente del derramamiento en el Antiguo Testamento que solamente era sobre algunos. Además en los derramamientos subsecuentes veremos que todos los presentes recibían el Espíritu Santo y no todos eran apóstoles.
Asentemos aquí que, la promesa de recibir el bautismo en el Espíritu Santo, está dada a todos los discípulos del Señor Jesucristo. Hechos 2.39 dice: “Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”
CONCLUSIÓN
Han pasado dos mil años desde aquel glorioso Pentecostés, cuando fueron abiertas las puertas de la predicación del Evangelio a las naciones, una vez que se hubo derramado el Espíritu Santo sobre los ciento veinte en el Aposento Alto; y ahora disfrutamos la frescura de un nuevo derramamiento del Espíritu Santo en todo el Cuerpo de Cristo.



[1] Hechos 2.14-39