Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez ministrando al Obispo Fausto Cortés. |
Versículo
clave: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando
en el Espíritu Santo” Judas 20
Objetivo:
Que cada discípulo pueda dar razón bíblica sólida del por qué orar en lenguas
es asunto de suma importancia. Los siervos de Dios que oran en el Espíritu
manifiestan mayor poder y obtienen más abundantes frutos para el reino de Dios. Ya que ha surgido una corriente de evangélicos que están dejando la doctrina de la Gracia y al volverse a la Ley Mosáica, mucho de lo que es el Bautismo en el Espíritu Santo y sus consecuencia gloriosa, les estorban. Entonces: Niegan la veracidad, vigencia y razón de ser de las lenguas.
INTRODUCCIÓN
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU Y LA ORACIÓN CON EL ENTENDIMIENTO
Por
la gracia de Dios, millones de cristianos evangélicos que cuando íbamos tras
los ídolos mudos, rezábamos, al convertirnos al Evangelio, principiamos a orar.
Esta fue una de nuestras más maravillosas experiencias. Hablar con nuestro
Padre sin repetir como el perico algo que aprendimos.
Pero,
cuando hemos recibido el bautismo en el Espíritu Santo entramos a una nueva
dimensión en la oración.
Dice
I Corintios 14.15: “¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el
entendimiento. Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el
entendimiento”
Aquí
está la base bíblica para afirmar que un hijo de Dios puede y debe orar en dos
canales: con el espíritu, es decir, orar en lenguas, y orar con el
entendimiento; como lo hemos hecho desde que nos convertimos.
Al
respecto, es importante establecer que Dios siempre tiene un orden. El
cristiano debe orar primero en el espíritu y luego con el entendimiento.
En
algunos grupos pentecostales se sustenta que para poder orar en el Espíritu, o
con el espíritu; hay que entrar en una especie de calentamiento espiritual
orando con el entendimiento y después ya puede orarse con el espíritu. La
Biblia establece que es al revés. Además, cuando se principia orando con el
entendimiento, hay la propensión de poco a poco dejar de orar con el espíritu.
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS DA REPOSO
Menuchah
es el término hebreo que se traduce REPOSO. en Isaías 28. 11 dice: “Porque en
lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo”
Desde
que recibí el bautismo en el Espíritu Santo, infinidad de veces he escuchado
las mismas frases de rechazo a la manifestación de lenguas de mucha gente, que
dice eso: “Que lenguas, ni que lenguas, parecen tartamudos tratando de
hablar” Es una correcta percepción de
las lenguas. Así lo declara la misma Escritura.
Pero
si leemos la primera parte de Isaías 28.12, dice: “A los cuales él dijo: Este
es el reposo. Dad reposo al cansado…” Aquí concurre el término MENUCHAH, que
significa lugar de descanso, lugar de quietud, lugar de consolación, lugar de
paz.
Hemos
tenido la experiencia hermosa de ir a un hospital para orar por ejemplo con
personas enfermas del corazón, y al momento de orar en lenguas, los aparatos
del hospital reflejan una sensible mejoría en el ritmo cardíaco; mejora la palpitación del enfermo.
MENUCHAH
se refiere también a la condición misma del reposo. MENUCHAH se deriva del
verbo NUACH, que significa: descansar, calmar, asentarse, alivio.
En
Génesis 5.29 dice: “Y llamó su nombre Noé, diciendo: este nos aliviará de
nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que
Jehová maldijo”. Aquí vemos como los padres de Noé le pusieron ese nombre
porque previeron que su vida fuera placentera. Y Noé viene del verbo NUACH.
Así
que en Isaías 28.12, MENUCHAH implica gran alivio, paz y seguridad.
En
la misma línea de pensamiento está el Salmo 23.2: “En lugares de delicados
pastos me hará descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará”. Así que por
extensión, cuando tú oras en lenguas, entras al reposo de Dios, estás en el
lugar de reposo, literalmente bebes de las aguas de reposo.
En
Números 10.33 dice: “Así partieron del monte de Jehová, camino de tres días; y
el arca del pacto fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar
de reposo” En este pasaje también concurre el término MENUCHAH. Al respecto
podemos decir que nosotros no buscamos un lugar de reposo, sino una comunión
con Dios en oración donde tenemos reposo. Y cuando oramos en lenguas, ese
reposo es real e intenso.
LA
ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS DA REFRIGERIO.
En
el mismo versículo de Isaías 28.12 en la segunda parte nos dice: “…y este es el
refrigerio; más no quisieron oír.” Este
pasaje termina diciendo: “Más no quisieron oír” y se refiere a los líderes que
por su soberbia desoyeron la profecía de Isaías. La soberbia y la incredulidad
conducen a una vida desértica, pero una vida de fe desemboca en un refrigerio
para el alma y para todo nuestro ser.
Orar
en el Espíritu es un refrigerio. Para cuantos hemos recibido el bautismo en el
Espíritu santo y hemos tenido esa maravillosa de orar en lenguas, no hay
discusión. Orar en lenguas es un recurso de amor de Dios hacia sus hijos para
quienes Él ha provisto una vida de continuo banquete espiritual, de refrigerio
sin límite.
LA
ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS EDIFICA.
Dios
quiere ministrarnos y bendecirnos a través del Espíritu Santo. Dice I Corintios
14.2: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues
nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”
No
falta quien argumenta, que orar en lenguas tiene una actitud egoísta, porque
dice la Palabra que quien ora en lenguas se edifica a sí mismo. Pero quien
profetiza edifica a la iglesia. Entonces, es mejor profetizar.
Ambas
cosas son necesarias. Para poder edificar a otros, hay que edificarnos antes a
nosotros, porque para poder ministrar a otros hay que tener algo que darles. Y
la mejor manera de ministrar con poder y eficacia a otros, es cuando lo hacemos
después de habernos edificado nosotros y eso lo logramos orando en lenguas.
¿Quieres
edificarte en el Espíritu Santo? Hazlo orando en lenguas. La oración debe
fortalecer y renovar el pacto con Dios.
Dice Judas 20: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe,
orando en el Espíritu Santo”
Hay
dos expresiones equivalentes: Orar en el Espíritu (Judas 20) y “orar con el espíritu”
(14.15). En el primer caso Espíritu es con mayúscula porque se refiere al
Espíritu Santo, en el segundo espíritu es con minúscula porque se refiere el
espíritu de cada uno de nosotros. En el
primer caso es en el Espíritu y en el segundo caso es con el espíritu. Pero se
refiere a la misma acción de orar en el plano de lo sobrenatural.
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU NOS GUÍA.
Con
frecuencia, los cristianos nos encontramos en una verdadera encrucijada. ¿Qué
hacer? ¿Qué camino tomar? ¿Qué es lo que nos conviene pedir? Es en esos
momentos, cuando el Espíritu Santo puede
y quiere intervenir en nuestras vidas e interceder por nosotros, con “gemidos
indecibles”. Cuando atravesemos por un momento así en nuestro caminar diario,
tenemos un recurso sobrenatural a
nuestro alcance y es orar en lenguas.
Dice Romanos 8.26: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
El
pastor de una iglesia histórica me dijo: “Que desagradables ruidos producen los
que dicen que oran en lenguas, son solo gemidos” Y le contesté: “Sí.
Efectivamente, lo que usted me dice para descalificar lo sublime de esta
experiencia es exactamente lo que la Biblia declara. El Espíritu intercede por
nosotros con gemidos indecibles.
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU ES CANAL DE REVELACIÓN.
Muchísimos
cristianos que no han recibido el bautismo en el Espíritu Santo, no tienen revelación de Dios en sus vidas.
Solo saben de Dios lo que han aprendido de oídas. Pero cuando tú recibes el
bautismo en el Espíritu Santo y principias a orar en otras lenguas, estableces
un canal de revelación que de otro modo no se obtiene.
Dice
I Cor. 14.2: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a
Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.”
¿Qué
es un misterio? Es una verdad todavía no revelada. ¿Cuándo el misterio deja de
ser misterio para el cristiano? Cuando recibe la revelación de esa verdad.
Todos
cuantos oramos en lenguas hemos recibido de Dios instrucción sobrenatural de
cosas que están en la Biblia, pero que muchos no entienden. Tú oras en lenguas,
principias a decir misterios, y el Espíritu Santo permea esos misterios en tu
espíritu mientras oras. Más tarde de tu espíritu pasan a tu mente, y de pronto,
sabes cosas de Dios que nadie te ha enseñado.
Puedo
asegurarte en la presencia de Dios que un 90% del contenido de este libro, lo
recibí directamente del Señor mientras he orado en lenguas. Más tarde, de
pronto voy a una librería y veo algunas cosas que sé porque el Señor me las ha
enseñado, plasmadas en esos libros, o voy a un culto o conferencia y escucho la
enseñanza de algún siervo de Dios y lo que escucho confirma, lo que ya el Señor
me ha mostrado de manera personal y directa.
LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU ES UN RECURSO DE ADORACIÓN Y DE ALABANZA
En
Juan 4.23-24 dice: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre
tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
Cristianos orando en lenguas en la Comunidad Cristiana Filadelfia de Misterios 576, Cd. de México. |
De
ningún modo podremos afirmar que si un cristiano jamás a orado con el espíritu,
que no ha adorado “en espíritu y en verdad”. No, afirmar eso, sería algo
temerario. Pero sí podemos afirmar que
cuando entramos a la presencia de Dios orando con el espíritu, establecemos de
inmediato un manto de unción, Entramos a un momento especial de adoración y
alabanza.
Eso
fue lo que les pasó a los 120 en el Aposento Alto. Mientras algunos incrédulos
que llegaron a escucharlos hablar en otras lenguas se burlaban de ellos
afirmando que estaban ebrios, quienes eran piadosos declararon que los 120
estaban alabando a Dios. Dice Hechos 2.11: “…cretenses y árabes, les oímos
hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios” En el libro de los Salmos,
“contar las maravillas de Dios, es alabarle.
Cuando
oramos con el entendimiento, puede llegar un momento en que se nos agotan las
palabras, pero si echamos mano de la oración en lenguas, tendremos un vasto
recurso de adoración al Señor por tiempo indefinido. Cuando oramos en lenguas
podemos hacerlo por mucho tiempo,
El
Señor quiere que rindamos a El nuestra vida, le adoremos y cumplamos su
voluntad por esta razón el recurso más viable para ser este tipo de adorador,
se encuentra en la oración en el Espíritu.