jueves, 3 de abril de 2014

LA UNIDAD Y UNICIDAD DE DIOS EN EL EVANGELIO DE JUAN


Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez con los pastores Allan Bey
García y César Guerrero Yáñez transmitiendo en vivo el programa
Buenas Noticias por la 1440 de AM de la ciudad de México.
De los cuatro Evangelios que tenemos en el Nuevo Testamento, por supuesto, el de Juan es el que de manera más tajante y categórica nos presenta el CONCEPTO TEOLÓGICO de la UNI PERSONALIDAD DE DIOS.
Veamos:
1)    EL PROLOGO. Juan 1.1 dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” Analicemos: “En el principio era el verbo” Porque el Verbo es Dios y es eterno, por eso él es en el principio, él es ahora y él es por la eternidad. Porque el el Verbo es el DIOS TODOPODEROSO, por eso en el principio era el verbo.
Notemos que hay un artículo en el sujeto, más no así en el predicado. Por tal razón la traducción de la última frase del versículo debe ser: “Y el verbo era Dios” de manera llana y categórica para el prólogo del Evangelio, el verbo es Dios. Todos aceptamos por lo general que el verbo se refiere a Jesucristo, y más leyendo los versículos siguientes del primer capítulo. Por lo tanto, la conclusión final es que Jesucristo era Dios. Que Jesucristo es Dios.
2)    Juan 14.8-9. Dice la Palabra:” Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? En la expresión del Señor Jesús “EL QUE ME HA VISTO A MÍ, HA VISTO AL PADRE” nos revela que Jesús es Dios, que Jesús es el Padre.
La petición de Felipe al decir: “Muéstranos al Padre” era una oportunidad de oro para que el Señor Jesús revelara la doctrina de que el Padre es una persona y el Hijo es otra persona. Pero la respuesta de Jesucristo anula por completo la pretensión de que el Padre es la primera persona, y el Hijo es la segunda persona.  (Los trinitarios dicen que EL PADRE es la primera, pero luego se contradicen afirmando que las tres personas de la trinidad son iguales)
Jesús dice: “EL QUE ME HA VISTO A MÍ, HA VISTO AL PADRE” ¡Qué respuesta tan inesperada! Más con el preámbulo:   “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?”
Quien ha visto a Jesús, ha visto al Padre. Aquí, el Señor Jesús, o ¿Afirma que Él es el Padre, y por lo tanto no hay dos personas (Padre e Hijo), o Jesús nunca quiso decir tal cosa y Constantino el Grande con su Concilio de Trento tienen razón?
3)    Juan 14.10 dice: “¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.” Si observas algunos de los cuadros católico romanos de la trinidad, encontrarás un señor anciano que es la primera persona de la trinidad y un señor joven que es la segunda persona de la trinidad y una palomita volando entre los dos que representa a la tercera persona de la trinidad.
Pero ahora veamos la declaración de Jesucristo: “EL PADRE QUE MORA EN MÍ” …¿Cómo puede el Padre morar dentro de Jesús. Sólo hay una razón bíblica, y esa es que EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO son el mismo Dios, son el mismo ser y son la misma persona.
Además si pudiéramos establecer una traducción literal del versículo, tendríamos algo como esto: “¿No crees que yo en el Padre (estoy) y el Padre en mí está?”
4)    Juan 16.5-15 dice: “Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Antes, porque os he dicho estas cosas, tristeza ha llenado vuestro corazón.  Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
 De pecado, por cuanto no creen en mí;  de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.
 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.  El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”.
Hay expresiones que cómo ésta: “Voy al que me envió”  con el prejuicio trinitario,  se dificulta. Pero en la Biblia no hay contradicción.
    La expresión de Juan 16.18 no puede ser menos importante que las expresiones en donde el Señor Jesús habla de Dios como de su Padre. No es que Haya un Dios en el cielo y otro en la tierra. Dios es UNO. Dios es omnipresente e inmutable. Pero cuando el Señor Jesús dice:           “ Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” Tenemos que entender que habla de sí mismo. Ya que sí Él actúa de mutuo propio y luego expresa que recibió el mandamiento de su Padre, y el Padre fuera otro y no él mismo, habría contradicción.
Pero en la Palabra hay armonía.
5)    Juan 17.11 dice: “Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” Literalmente una misma cosa, una sola cosa. Aquí hay un artículo neutro como en Juan 10.30 donde dice: “Yo y el Padre uno somos.”
Amados hermanos: Lo que sabemos de Dios es una gota de agua, lo que no sabemos de Él, es el océano. Sabemos de Dios, lo que Él ha querido que sepamos. Bástenos saber lo que Él nos ha revelado en la Palabra.

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