Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, presentando ante la iglesia a Ricardo González Zepeda, joven que fue sanado por Dios de un cáncer en la mándibula derecha. |
VERSÍCULO CLAVE: “Así que, hermanos, procurad profetizar y no
impidáis hablar en lenguas, pero hágase todo decentemente y en orden” I
Corintios 14.19-20
PROPÓSITO: Este capítulo es medular en el propósito de la presente obra. Ya
que muy lamentablemente, un sector dentro de las iglesias evangélicas, siguen
oponiéndose a la presente visitación del Señor. Y el punto de desencanto para ellos el hecho de
que quienes recibimos el bautismo en el Espíritu Santo, hablamos en lenguas. Y
al ignorar que orar en lenguas y ejercer el diferente género de lenguas son dos
bendiciones semejantes, pero diferentes, están más confundidos todavía. Pero
tú, caro lector, en este capítulo encontrarás una claridad entre ambas
manifestaciones del Espíritu, el hablar en otras lenguas como oración y el
ejercer el don de diversos géneros de lenguas.
INTRODUCCIÓN
Seguramente que a mí me sucedió, lo que a miles y miles de cristianos. Al
recibir el bautismo en el Espíritu Santo, pronto me encontré con cristianos que
descalificaron mi experiencia “pentecostal” Y al abrumarme con argumentos
contradictorios sobre las lenguas, llegó un momento en que no sabía que
decirles acerca de la oración en lenguas y la manifestación del don de diversos
géneros de lenguas. Una noche de sábado,
le rogué a Dios que me mostrara cómo explicar la distinción entre las lenguas
como oración y las lenguas como don.
Y el Señor me habló. Tuve una visión, Vi las venas y las arterias de un
cuerpo humano. Las venas son ascendentes hacia el corazón, y las venas
descendientes hacia todo el organismo y me dijo el Señor: “En las venas corre
sangre y en las arterias corre sangre. Pero la diferencia está en la dirección,
Una es ascendente y otra descendente. Y me dijo el Señor, así son las lenguas.
La oración es ascendente y el don es descendente.
a) DISTINCIÓN ENTRE SEÑAL
INICIAL DE HABLAR EN LENGUAS Y USO DEL
DON DE DIVERSOS GÉNEROS DE LENGUAS.
En este capítulo nos apoyaremos en lo que llevamos visto en los capítulos
anteriores para establecer que: cada vez que hay un derramamiento del Espíritu
Santo, la gente habla en otras lenguas, como una constante en el Libro de los
Hechos. Así sucedió en Jerusalén en Hechos 2.4-6, en Cesarea, Hechos 10.44-45,
y en Éfeso, Hechos 19.5-6.
Es muy probable, que cuando
el Apóstol Pablo escribe su primera carta a los Corintios, está trabajando en el establecimiento de la Iglesia en Éfeso. Por eso
resulta doblemente significativo que al abordar el tema de la glosolalia, ponga
unas normar, que desglosaremos en los segmentos siguientes de este capítulo,
pero que anotamos aquí a guisa contraste entre lenguas como oración y lenguas
como don.
Dice I
Cor. 14.27-28: “ Si
habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno;
y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí
mismo y para Dios.”
¿Cómo
podemos reforzar la tesis de que lenguas como oración es una cosa y lenguas
como don es otra? Porque Pablo está en Éfeso ministrando, se derrama el Espíritu Santo y todos hablan
en lenguas, no hay interprete, no lo hacen por turno, y él no reprende a nadie
en ese culto; entre tanto que, al escribir a los corintios pide que al
manifestarse las lenguas (seguramente como don), hablen a más dos o tres, que sea por turno y
que haya intérprete.
b) LA SEÑAL INICIAL DE HABLAR EN LENGUAS ES PARA
TODOS.
Lo
anterior nos da suficiente base bíblica para sustentar que la señal inicial
de recibir el bautismo en el Espíritu
Santo es hablar en otras lenguas. Que
esta señal es para todos. Ya hemos visto los casos de Jerusalén, Jope, Cesarea
y Éfeso. Por eso es exegéticamente incorrecto escudarse en I Corintios 12.10-11
que dice: “A otro, el hacer milagros; a otro, profecía;
a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a
otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere”
He
escuchado a predicadores decir algo como esto: “Es claro que el Espíritu Santo
reparte los dones como quiere, y a mí no me dio el don de lenguas.” En medio de su desconocimiento de las
Escrituras, dichas personas dicen una verdad a medias. Es probable que Dios no
les haya dado el don de diversos géneros de lenguas, pero lo que no saben es
que hablar en otras lenguas como señal inicial de haber recibido el bautismo en
el Espíritu Santo es para ellos también.
Cuando
decimos que es para todos, no podemos de allí concluir que quien no ha tenido
la experiencia de hablar en otras lenguas, no está lleno del Espíritu Santo. De
ninguna manera. Lo que aquí presentamos es un modelo bíblico. Pero no una regla
inflexible, y menos para menospreciar a alguien que no haya tenido esta manifestación,
o cuando menos que no la haya tenido hasta ahora.
c) LA SEÑAL INICIAL DE HABLAR EN LENGUAS NO REQUIERE
INTERPRETE
Establezcamos de manera directa lo que antes, en este mismo capítulo ha
quedado implícito: cuando estamos frente a la manifestación del Espíritu Santo
llamada oración en lenguas, no se
requiere interpretación.
Recordemos que enla Biblia
no hay contradicción, y por lo tanto entre Hechos 2.4-6, Hechos 10.44-45,
Hechos 19-4-6 y I Corintios 14.27-28 NO HAY CONTRADICCIÓN.
Recordemos que en
d) LA SEÑAL INICIAL DE HABLAR EN LENGUAS NO REQUIERE
QUE SE HAGA POR TURNO.
Con base en los mismos pasajes bíblicos del segmento anterior, podemos
afirmar que orar en lenguas, no requiere que se haga por turno. De otro modo
las iglesias de Jerusalén, Cesarea, Jope y Éfeso huyeran estado fuera de orden,
lo cual no es así.
e) LA SEÑAL INICIAL DE HABLAR EN LENGUAS ES
ASCENDENTE, ES ORACIÓN.
So alguien me pregunta ¿Qué
dirección tiene la señal inicial de hablar en otras lenguas? La respuesta es
categórica y clara. Su dirección es ascendente.
HABLAR EN LENGUAS
COMO ORACIÓN.
Porque la oración ascendente, no está sujeta a las normas para el uso del don
de diverso género de lenguas:
1)
No necesita
interprete porque Dios conoce todos los idiomas, celestiales y terrenales
2)
No necesita ser
por turno, porque Dios tiene la capacidad de entendernos a todos los cristianos
del mundo a la vez.
3)
No tienen que ser sólo dos o tres, porque Dios es
Omnipotente y puede escuchar a millones
y millones a la vez.
Por otro lado, tenemos la reglamentación
establecida en I Corintios 14, para el uso correcto de las lenguas como don.
Pasemos a revisar a groso modo dicha reglamentación:
HABLAR EN LENGUAS
COMO DON.
El uso del don de diversos géneros de lenguas tiene que ejercitarse junto
con el don de interpretación de lenguas, porque solo así se cumple su objetivo.
¿Por qué?
Porque cuando se hace uso del diverso genero de lenguas, su dirección es
descendente. Esto es, surge un mensaje en el corazón de Dios, quien usa a un
siervo lleno del Espíritu para dar dicho mensaje en lenguas, pero si el mensaje
no tiene interpretación, no cumple su objetivo.
Lenguas más interpretación igual a profecía. Alguien se preguntará: ¿Y para
que lenguas e interpretación si hay profecía? Estos dos dones son un símbolo de la interdependencia que debemos reconocer
todos los santos.
Ahora si vemos claramente el por qué cuando hacemos uso de diversos géneros
de lenguas, se requiere:
1) Que sea a lo más dos o
tres.
2) Que haya interprete.
3) Que sea por turno.
f)
LA LENGUA
SÍMBOLO DE TOTAL RENDICIÓN
Es
oportuno afirmar aquí que, la lengua es un miembro que nadie puede dominar.
Dice Santiago 3.3-8: “He aquí nosotros
ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos
así todo su cuerpo. Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de
impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que
las gobierna quiere. Así también la
lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño
fuego! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre
nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la
creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de
bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido
domada por la naturaleza humana; pero
ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal”
Y
resulta altamente significativo que al recibir el bautismo en el Espíritu
Santo, experimentamos una rendición total a Dios. Y que Él tome control de
nuestra lengua, es la bendición más extraordinaria que puede acontecernos. Así
que tener esta experiencia de ser bautizados
en el Espíritu Santo con la señal inicial de hablar en otras lenguas tiene una
importancia mayor de la que se le quiere atribuir por quienes no han tenido
esta bendición, la bendición de ser bautizados en el Espíritu Santo.
g) NADIE PUEDE IMPEDIR
HABLAR EN LENGUAS.
Finalmente, con frecuencia sabemos de congregaciones en donde alguien habla
en lenguas y el pastor o los oficiales de la congregación se lo prohíben
abiertamente.
Al respecto I Corintios 14.39.40 dice: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar
lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.” He
sustentado durante los últimos 38 años de mi ministerio que si algún cristiano
es coartado en su libertad de orar en lenguas en su congregación que ha llegado el momento de salir de allí y
pedir a Dios que le guíe a tener un hogar espiritual donde pueda ser equipado.
Porque una iglesia que prohíbe hablar en lenguas está en abierta contraposición
de la Palabra
de Dios.
CONCLUSIÓN.
Para el autor, este capítulo es medular en la presente obra. Miles de
cristianos sinceros encontrarán en este capítulo, la respuesta antes no hallada
a varias de sus preguntas y dudas. Ahora tenemos claro en nuestra mente y en
nuestro corazón que orar en lenguas y hacer uso del don de diferente género de
lenguas son dos experiencias parecidas, pero diferentes, que la primera está al
alcance de todos y la segunda al alcance de algunos, como el Espíritu Santo
quiere.
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