Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, felicitando a su hijo el Lic. Joel Obed Sánchez Castro, minutos después de la boda civil de Joel con Mary Carmen. |
Versículo clave: “ Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que
solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús.” Hechos
8.16
Objetivo: Dios quiere que aprendamos es que el
bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia diferente y generalmente
posterior a la experiencia de salvación. Y que quienes dejan el Pacto de la Gracia, para volverse a la ley mosáica, pronto niegan su experiencia de haber sido bautizados con el Espíritu Santo y propagan que las lenguas que hablaron cuando eran cristianos, son falsas. Son ilusorias, que eso no existe.
INTRODUCCIÓN
Es obvio que el derramamiento del Espíritu Santo en Jerusalén el domingo de
Pentecostés, no fue el único derramamiento. El Libro de los Hechos da razón de
otros momentos gloriosos dentro de la iglesia naciente.
Cada uno de ellos tiene un objetivo. Esa visitación de Dios para la iglesia
en Samaria está narrada en el libro de los Hechos. Veamos.
Dice Hechos 8:14-16: “Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén
oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a
Juan; los cuales, habiendo venido,
oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había
descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en
el nombre de Jesús.”
a)
BAUTISMO EN EL ESPIRITU,
EXPERIENCIA DIFERENTE A LA
SALVACIÓN. Dice Hechos 8.16 que, los samaritanos habían sido evangelizados
por Felipe. Los convertidos incluso ya habían sido bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo; pero tenían una característica en común.
Nadie de ellos había recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Por eso podemos
saber que cuando menos en algunas ocasiones, algunos cristianos pueden recibir
el bautismo en el Espíritu Santo después de su experiencia de salvación.
b)
COBERTURA APOSTÓLICA. Hechos 8.14 nos habla del
principio de cobertura espiritual y sujeción de los ministerios a la autoridad
apostólica. Ya que cuando los apóstoles
que estaban en Jerusalén supieron de la conversión de los samaritanos, no
consultaron el parecer de Felipe, solamente en enviaron a Pedro y a Juan para
ministrar el bautismo en el Espíritu Santo, y llegados ellos a Samaria, Felipe
los recibió, les dio su lugar, y ellos ministraron. Este es el orden teocrático
de la Biblia.
c)
DIOS TIENE DIFERENTES
FORMAS DE MINISTRAR EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO. Notemos que hay varias formas externas en que
podemos recibir el bautismo en el Espíritu Santo. En Jerusalén, los discípulos
estaban sentados, y el Espíritu Santo vino de manera directa. En Hechos 8.15
dice que en Samaria, los apóstoles Pedro y Juan oraron por los discípulos y
ellos recibieron el Espíritu Santo, en Éfeso
(Hechos 19) Pablo impuso sus manos en cada discípulo y cada uno recibió el
bautismo en el Espíritu Santo.
d)
HAY ALGO EXTRAORDINARIO AL
RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO. En Hechos 8.18 hay un planteamiento importante. En el caso
de Samaria, el Libro de los Hechos no dice que los discípulos que recibieron el
bautismo en el Espíritu Santo hablaron en otras lenguas. Sin embargo había algo
visible. De otro modo ¿Cómo fue que Simón el mago se dio cuenta que al imponer
las manos los apóstoles, los discípulos recibían el Espíritu Santo y él quiso
comprar esa facultad?
Al respecto podemos derivar cuando menos dos conclusiones: 1- Que los
samaritanos sí recibieron el bautismo en el Espíritu Santo y sí hablaron en
lenguas al momento, aún cuando no se enuncie; ya que pudo haber sido obvio para
el escritor de Hechos, en virtud de que en todos los demás casos siempre hubo
dicha manifestación de hablar en lenguas. 2- Que los samaritanos recibieron el
bautismo en el Espíritu Santo con una clara manifestación de regocijo, aunque hayan hablado en lenguas después, como le
sucedió a Pablo, como ha quedado explicado en la introducción de esta obra.
a) EN EL EVANGELIO TODO ES DE GRACIA. En Hechos 8.20-24 aprendemos que las cosas de
Dios, y particularmente el ministrar el bautismo en el Espíritu Santo, no se puede comprar con dinero. He aquí el texto:
“Entonces
Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios
se obtiene con dinero. No tienes tú
parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete,
pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el
pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad
veo que estás. Respondiendo entonces
Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis
dicho venga sobre mí.”
Uno de los diez mil errores que el Catolicismo
Romano defiende es la venta de las sedes episcopales, a dicha práctica que se
le conoce como simonía, en referencia a Simón el Mago que describe Hechos 8. No
debemos tolerar ni siquiera que los predicadores o cantantes cobren una tarifa
determinada por su actuación o ministración, en virtud de la declaración del
Señor Jesús en Mateo 10.8 que dice: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad
muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”
b)
UN DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU DEBE SER SEGUIDO DE DISCIPULADO Y EVANGELIZACIÓN. Cuando una iglesia recibe
el bautismo en el Espíritu Santo, se inicia un gran avivamiento con dos
vertientes básicas: Se intensifica el discipulado y la evangelización. Dice
Hechos 8.25 “Y ellos, habiendo testificado y
hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones
de los samaritanos anunciaron el evangelio”.
CONCLUSIÓN
Gente que había sido cristiana y ha recibido el Bautismo en el Espíritu Santo, de pronto, se vuelve a la ley mosáica y entre otras cosas niega su experiencia de haber recibido el bautismo en el Espíritu Santo. Afirma que las lenguas de los pentecostales son falsas, y deja de vivir los milagros que el pueblo de Dios recibimos y gozamos a diario. Claro! Se han vuelto a la ley, han dejado la gracia. Y ahora viven en la letra que mata, porque dejaron al Espíritu que vivifica. Apegados a la enseñanza de las Escrituras, los cristianos debemos
recibir la experiencia personal de salvación y además, a la misma vez o más
tarde, la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo. Bautismo en el Espíritu Santo que está vigente para los hijos de Dios.
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