Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, y el vicepresidente de la Comunidad Cristiana Filadelfia, Profeta Lic. Joel Obed Sánchez Castro, hijo menor del apóstol. |
INTRODUCCIÓN.
La famosa incompatibilidad de
caracteres, ha llegado a ser una razón muy socorrida para huir del matrimonio,
para abandonar a la familia, en muchos casos. ¿Cuándo se dice que hay
incompatibilidad de caracteres? Cuando los cónyuges chocan en sus ideas y su
manera de ver la vida.
Pero quienes huyen o dicen no soportar
a su cónyuge deberían de tomar en cuenta la profunda reflexión de Mahatma
Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio. Quien afirmó: “Puesto que yo soy
imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de
tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me
permita ponerles remedio”.
Ahora enfocaremos nuestra atención a
diferentes modos de conducir el gobierno más complejo de la humanidad, el
gobierno en un hogar.
1.- NUESTRA VISIÓN A LARGO PLAZO.
Los jóvenes que están por contraer
matrimonio, debieran detenerse un momento suficiente para reflexionar en el
alto privilegio y la gran responsabilidad que adquirirán en breve, cuando
lleguen a ser padres de familia. ¿Cómo quisieran ver a sus hijos a largo plazo?
Todo ser humano bien nacido, desea
tener hijos y formarlos para que sean hombres de bien. Quienes tenemos el
privilegio de ser cristianos con mucha mayor razón. Sin embargo, debe haber más
que la posibilidad de que los hijos crezcan sanos, fuertes, saludables y con
buenos principios. Deberíamos enfocar
nuestro esfuerzo en presentarle a Dios, hijos que sean semejantes al Señor
Jesús.
Solamente con una nueva generación con las
características del Señor Jesús, podemos esperar que la sociedad sea
impactada. ¿Es urgente tener esta
visión, este sueño? ¡Sí!
Pero la realidad es que muchos
hogares están en crisis, y la sociedad está decadente. ¿Estás consciente de que
muchos pecados, se han concentrado al interior de los hogares?
Acaso ¿Habrá un hogar en donde no se
viven tensiones de diversa índole? Es perfectamente aplicable la amonestación
de la Epístola a los Efesios 4:31: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo,
ira, GRITERÍA y maledicencia, y toda malicia”. Sí, porque es de la experiencia de
casi todos que en nuestra infancia sufrimos enojos constantes, que crecimos con
abuso verbal y físico, gritería, celos sin razón, resentimientos, falta de
perdón, amargura, separación y divorcios, homicidios.
Hay padres de familia cuyo flagelo
cotidiano es saber que sus hijos viven
en las calles practicando delitos y
pecados, y que se han salido de su control. No actuaron a tiempo.
2.- PRINCIPIEMOS POR LA COBERTURA.
Hay hogares carentes de autoridad y
cobertura. El padre o se ha ido o no funge con la autoridad y responsabilidad
que le corresponde conforme al rol que Dios mismo ha establecido en su
Palabra.
Efesios 5:23 dice: “Porque el marido
es Cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su
cuerpo y él es su Salvador” Los pastores
debiéramos estar preparados para guiar oportunamente a nuestros discípulos que
son padres de familia. El versículo anterior lleva a la cobertura del hogar,
enseña que el padre de familia debe
estar vigilante de las artimañas del enemigo y sus huestes de maldad; el
padre de familia no solo traerá provisión al hogar sino dará previsión para la
vida, cuidando y protegiendo a la familia en todos los ámbitos, solucionando
los problemas que se vayan presentando día a día, guiado por el Espíritu Santo.
La Biblia debiera ser el manual de consulta constante al enfrentar las
diferentes situaciones del hogar.
Repito: Nuestra sociedad está
enferma, la esperanza debe brillar desde los hogares cristianos. Solamente con
una nueva generación con las características del Señor Jesús, podemos esperar
que la sociedad sea impactada.
3.- UBIQUÉMONOS EN EL MOMENTO
.
Es un privilegio para el Apóstol tener estos hijos tan especiales, creciendo cada día en las cosas de Dios. |
La etapa más importante en la que
debemos construir puentes de comunicación con nuestros hijos es la
adolescencia, que es cuando muchos padres se rinden.
La adolescencia es una etapa de cambios, de búsqueda y auto afirmación de sí mismos, de formación de su personalidad, de formación de principios y convicciones, pero también es una
etapa de inseguridad. Si como padres tomamos en cuenta lo anterior, estaremos
en mejores condiciones de tener un magnifico papel como padres.
4.- PONGAMOS EL FUNDAMENTO DE LA
AUTORIDAD.
Si tú no pusiste límites y objetivos
en la educación de tus hijos cuando éstos nacieron, hazlo ahora mismo. Cada
hijo debe saber que son los padres por la autoridad natural que tienen sobre
ellos quienes ponen límites y lineamientos en el comportamiento de los hijos.
El problema que encuentro con mucha
frecuencia es que los padres actuales, son demasiado consentidores y laxos.
Permiten que los hijos hagan casi todo lo que ellos quieren sin que haya poder
humano que tenga la capacidad de decir: “esto no”.
Proverbios 29:15 dice: “La vara y la
corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho CONSENTIDO
avergonzará a su madre.” En esa dirección debiera encaminarse todo padre de
familia, en que sus hijos tengan sabiduría para vivir bien.
5.- EVITEMOS LOS ERRORES MÁS
FRECUENTES.
A) FALTA DE ATENCIÓN. Hay padres que se
forman un juicio equivocado de sus hijos, sin escucharlos jamás. Están tan
ocupados en tantas cosas que jamás se han sentado con calma a escuchar lo que
sus hijos les tienen que decir. Susana Wesley que hemos referido en capítulos
anteriores tenía un momento especial para cada hijo, una vez a la semana.
B) AUTORITARISMO. Decirle al hijo: “Me
obedeces porque me obedeces” es una estrategia equivocada para imponer la
autoridad de los padres sobre sus hijos. Ser autoritarios es el polo opuesto a
ser padres consentidores. Un padre prudente y sabio explica a sus hijos con
calma y claridad las razones que tiene para pedirles que le obedezcan en cosas
específicas.
C) INCUMPLIMIENTO. Cuando el niño llora
porque la madre tiene que salir y ella le dice: “Quédate y te traigo un
chocolate” y el niño se queda tranquilo y esperando lo prometido, la madre lo
daña si al regresar no trae nada ni explica nada. Los padres que quieren
construir una autoridad armoniosa deben cumplir tanto las promesas como las
advertencias. Hay papás que le dicen a su hijo: “Si repruebas matemáticas, no
te dejaremos ir con tus abuelos de vacaciones”, reprueban y el muchacho se va
tranquilo, y los padres se quedan mudos.
D) EL SI Y EL NO. Dos palabras cortas que
determinan el éxito en la formación de los hijos. Cultive la negociación con
sus hijos con el “si”. “Si puedes ir a jugar con tus amigos, pero deberá de ser
después de terminar la tarea y sólo podrás salir una hora y media” y el hijo
dice: “Dame dos horas”…está bien. Pero cuando tú como padre o madre le hayas
dicho a tu hijo: “no” ese no es un coche que no tiene velocidad de reversa.
Porque si un día le dices a tu hijo “no” y el angelito con cara de súplica te
convence a cambiarlo por un “si” después no llores porque sea él quien ponga
las reglas del juego.
E) INCOHERENCIAS. Ante los mismos hechos,
los padres deben tener la misma actuación. Si hoy estás contento y tu hijo no
tiende su cama y te ríes con él, pero mañana no tiende su cama y estás enojado
y le gritas, lo confundirás. Procura que tu estado de ánimo no cambie los
parámetros. Además, los padres deben ponerse de acuerdo antes de entrar en
acción con sus hijos. Porque si el padre dice: “Te comes esa ensalada” y la
madre al final dice: “Bueno, si ya no quieres la ensalada, déjala” abran dañado
a su hijo.
F) HUMILLAR A LOS HIJOS. ¿Habrá algún padre
que no se haya salido de sus casillas alguna vez? Es casi imposible
encontrarlo. Sin embargo, los padres debemos cuidar en no lastimar la
autoestima de nuestros hijos, ni humillarlos al corregirlos. Evitemos los
gritos, los insultos. Si estás irritado, posterga el momento para hablar con el
hijo que ha cometido una falta.
G) EXIGIR RESULTADOS ILÓGICOS. Muchos padres
en su desesperación porque el hijo supere algún obstáculo, lo presionan
demasiado y le exigen resultados “para ayer” es decir, inmediatos y notorios.
Los padres debemos ser cuidadosos en observar cualquier avance, cualquier
cambio, cualquier esfuerzo que nuestro hijo hace por superar un problema o
salir de una crisis.
6.- EL MEOLLO DE NUESTRA MISIÓN
EDUCADORA.
Sobre todas las cosas, procura amar
intensamente a tus hijos, deposítales suficiente confianza. Enséñales con
paciencia cosas concretas. Dales tiempo suficiente para que aprendan lo que
para ti es importante. Cuando veas que hacen un esfuerzo extra en cualquier
área de su vida, estimúlalos, hazles saber que te has dado cuenta de ese
esfuerzo.
Sobre todo, será saludable para toda
la familia, que los objetivos por alcanzar en la formación de los hijos, estén
primero, claramente definidos por ambos padres de familia. Que estén escritos
en letras grandes y en algún lugar visible de la casa, que en la medida en que
los hijos van creciendo se les vaya inculcando los objetivos e que se les
incluya en la obtención de los mismos. Y
si en algún momento, hay la leve sospecha de que se están olvidando los
objetivos, hay que sentarse a la mesa y volver a repasarlos y a afirmarlos.
No pongas muchos objetivos, deben ser
pocos, claros, trascendentes y bien definidos.
CONCLUSIÓN
Lograr armonía al gobernar la
familia, a educar a los hijos y al enfrentar problemas diversos, debiera ser un
placer y una vivencia en todos los hogares.
Resulta muy oportuna la frase
célebre de Benito Juárez, cuando escribió: “Hay que seguir la lucha con lo que
podamos hasta que podamos”
Si tu misión de buen padre o de
buena madre, ha de ser apreciada por tus hijos cuando lleguen a la vida adulta,
tú como buen soldado no debes tomar descanso hasta lograr tus objetivos. Para
que la frase del dramaturgo y poeta
alemán Bertolt Brecht ((Augsburgo, 10 de
febrero de 1898 – Berlín Este, 14 de agosto de 1956) se te aplique a ti: “¡Ay
de los que luchan toda la vida! Esos son los imprescindibles”
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