Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez y sus hijos Juan Daniel y César Noe. |
OBJETIVO DE ESTE BLOG:
Tener un
conocimiento claro de cómo proceder en caso de ministrar a personas con
problemas de la presión y lo posesión demoníaca.
Versículo
para memorizar: Hechos 10:38; " cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él."
INTRODUCCIÓN
Es obvio que
en esta generación las iglesias cristianas evangélicas tienen otros criterios
muy dispares en torno a la manifestación y acción de los demonios en la gente.
Hay quienes
aceptan como corriente cada día más común que sustenta que todos los seres
humanos, incluyendo a los cristianos están poseídos de demonios y que se
requiere una continua ministración para liberación.
Hay otros
grupos que entienden por demonios un sinónimo de trastornos mentales o
enfermedades psicosomáticas, para quienes la solución está en el diván de un
psicólogo o un psiquiatra.
Habemos
otros que, como ya se explicó en las lecciones anteriores aceptamos que los
cristianos podemos llegar a ser oprimidos por los demonios pero jamás un
demonio podrá estar dentro de nosotros si real mente ya hemos aceptado al Señor
Jesucristo. Sin embargo, si sabemos por las Escrituras que personas no
cristianas pueden llegar a estar poseídas de demonios y para ello es que hay
que saber qué hacer en cada caso.
1- DISCERNIR CADA CASO EN PARTICULAR
En primer
lugar, un ungido de Dios, al estar ministrando a la gente debe estar muy atenta
y vigilante para que mediante el don de discernimiento pueda saber en un
momento dado cuando esta frente a un posible caso de estos:
a) Enfermedad Física. Hay enfermedades
congénitas y lo degenerativas que hacen que la persona que las sufre parezca
fuera de sí o con actitudes de agresividad sin que necesariamente dicha persona
esté endemoniada.
b) Trastorno Mental. Hay enfermedades
mentales que hacen que la persona que las sufre este fuera de sí y en ocasiones
manifieste agresividad extrema sin que necesariamente se trate de personas
endemoniadas. En este caso y en el anterior, si se les ministra, debe
procurarse pedir del Señor, sanidad o un
milagro para la regeneración de algún órgano o del sistema nervioso.
c) Posesión Demoniaca. En ocasiones las
personas no cristianas que están poseídas de demonios se ven completamente
normales y sanas, son amables y le pueden sonreír al encontrarse con ellas.,
Pero al venir la alabanza, la oración en lenguas o al momento de querer aceptar
al Señor Jesús como su Salvador, los demonios se manifiestan. Otras veces los
demonios se hacen evidentes fuera del ambiente espiritual cristiano, esto, es,
en la casa, en el campo u hospital. Marcos 6:10-13, Lucas 4:41, 13:11-13.
II.- ACTUAR
CON LA AUTORIDAD DEL SEÑOR.
Tiempo de ministración en la Comunidad Cristiana Filadelfia en Misterios 576 de la Ciudad de México. |
Dice el
Señor en Marcos 16:17 que los cristianos en su Nombre echaremos fuera a los
demonios. Los cristianos no debemos temer enfrentar a los demonios, ni tenemos
porque rehuir en ministrar a las personas endemoniadas. Tenemos la autoridad
del Señor para hacerlo.
a) Preparación Espiritual. Hay quienes
esperan hasta que tengan que enfrentar un caso de posesión demoníaca para
ponerse en ayuno y oración, pero un cristiano con sana doctrina y ministración
de los cinco ministerios de Efesios 4:11 debería estar siempre DISPUESTO.
Es verdad
que hay cierto género de demonios que no salen sino con oración y ayuno, como
lo dice Mateo 17:15-21. y puede llegar a haber algún caso extraordinario en el
cual un equipo de ungidos deban convenirse en oración y ayuno previa a la
ministración de liberación. Sin embargo, si somos salvos. Hemos sido bautizados
en el Espíritu Santo Y estamos llenos del Espíritu Santo. Hechos 2:4-6 y 4:31, entonces estamos en
condiciones espirituales correctas para ministrar liberación.
b) Entendimiento Espiritual. Hay personas que hacen exagerado énfasis en
alguna gesticulación, expresión verbal o actitud corporal que los endemoniados
manifiestan, en lugar de entender
las razones
porqué, los cristianos tenemos autoridad
plena sobre los demonios.
En Colosenses 2:13-15 tenemos una
explicación completa del por qué los cristianos actuamos con la autoridad de
Jesucristo para Iiberar a los endemoniados de
acuerdo a
las Escrituras, y que podemos resumir así:
1.- Jesucristo nos ha dado plena
Justificación, el acta contra nosotros está clavada en la cruz.
2.- Jesucristo ha despojado a los principados
y a las potestades desde toda autoridad.
3.- En obediencia a él y bajo su autoridad
ministramos. Lucas 10:19.
III.- NO HAY
DOS CASOS IGUALES.
Hay grupos
que hasta tienen ya clínicas para echar fuera a demonios y son muy dogmáticos
en cuanto a que la gente tiene que toser para echar fuera al demonio, tiene que
vomitar para echar fuera al demonio y tiene que recibir aun golpes para que los
demonios salgan.
Son muchos
los grupos que están trabajando así, no porque Dios haya traído revelación a
sus vidas, sino porque han leído algún libro sin bases bíblicas que cuenta sus
espectaculares anécdotas.
Tenemos algunos
ejemplos, pero no pueden ser molde cerrado para todos los casos:
a) Espumarajos y Crujir de dientes. En
Marcos 9:14-28 tenemos un caso de endemoniados que a la hora de manifestación
de los demonios echaba espumarajos por la boca y crujía los dientes. Pero no
todos los endemoniados deben echar espumarajos por la boca.
b) Herido y Desnudo. En Lucas 8:26-35 se
habla del Gadareno, un endemoniado con características sui géneris. No hay dos
casos iguales. De esta historia bíblica no podemos hacer una doctrina que diga
que todos los endemoniados están heridos y andan desnudos.
Es posible
que alguien que ha sido embrujado con yerbas tenga que vomitar al momento de
ser liberado, pero de allí no podemos aceptar que todos los que sean liberados
tienen que vomitar.
IV.- LA AUTORIDAD ESTA EN LA PALABRA.
No se
necesita ni amarrar con lazos a los endemoniados, ni sujetarlos entre diez físico culturistas para ser liberados.
En Lucas
4:31-37 se describe el caso de un hombre que tenía un espíritu de demonio
inmundo. Jesús lo liberó en la propia sinagoga.
Pero notemos
en Lucas 4:35 dice que Jesús le dijo al demonio: "Cállate y sal de él”.
ESO FUE TODO. No gritó muchas horas para asustar al demonio o para que éste le
obedeciera. La autoridad del cristiano radica en su sujeción al Señor Jesús y
no en sus gritos o en sus fuerzas
físicas.
CONCLUSIÓN
Somos
cristianos privilegiados al conocer cada día más y mejor la doctrina bíblica,
para ministrar a los poseídos y oprimidos por los demonios con la autoridad del
SEÑOR JESUCRISTO.
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