Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Veláquez, y el Presbiterio de la Comunidad Cristiana Filadelfia (central) en Misterios 576 Col. Industrial, Deleg. Gustavo A. Madero, 07800, México D. F: |
INTRODUCCIÓN:
Israel está a la víspera de una fiesta de alegría y gratitud
a Jehova: Janucá.
Alguien me ha preguntado hoy: ¿Dónde habla la Biblia de Janucá? Y he querido darle una pequeña explicación en el sentido en estrictamente Dios jamás ordenó observar esta celebración, y de hecho en la Biblia no se hace mención de dicha fiesta. El Tanaj (del acrónimo en hebreo תַּנַךְ tanakh) es el conjunto de los 24 libros de la Biblia hebrea en donde nada se dice de esta festividad. Y aquí los mesiánicos tienen un serio conflicto, ya que donde se habla de la historia que es el trasfondo del origen de Janucá es en los libros de los Macabeos, que es parte del canon griego. (Algo que los mesiánicos aborrecen, ya que en la Septuaginta, se usan términos como Cristo, Mesías, Jesús.)
Es tiempo oportuno para hacer una acotación: Nosotros los cristianos,
amamos al pueblo judío. Oramos por la paz de Jerusalén. Personalmente he tenido
el privilegio de pisar la tierra santa, y compartir la Palabra en un congreso
en el Holy Land de Jerusalén. De manera
que con ese preludio, paso a dar una somera explicación de Janucá una fiesta
patriótica judía.
UN POCO DE HISTORIA:
Hace casi 2.200 años, los reyes griegos, que reinaban desde
Damasco, gobernaron la tierra de Judea y sus habitantes judíos.
Un rey griego-sirio, Antíoco Epifanes, les prohibió a los
judíos orar a su Dios, cumplir con sus costumbres y estudiar su Torá. Antíoco
les obligó a los judíos a rendir culto a los dioses griegos. Se dice que colocó
un ídolo de Zeus, el dios griego, en el altar del santo templo de Jerusalén.
El historiador judío Flavio Josefo relata en su libro
Antigüedades judías XII, como el victorioso Judah el Macabeo ordenó, luego de
reconsagrar el Templo de Jerusalén que había sido profanado por Antíoco IV
Epífanes, que todos los años se celebrase durante ocho días con pompas. Josefo
nombra a estos festejos el «Festival de las Luminarias»:
Y Judah celebró el festival de la restauración de los
sacrificios del Templo durante ocho días, y no omitió ningún tipo de placer;
sino que los festejó con ricos y espléndidos sacrificios; y honró a Dios, y lo
deleitó con himnos y salmos. Estaban tan alegres con el restablecimiento de sus
costumbres cuando, luego de un largo intervalo, inesperadamente recuperaron su
libertad de culto, que hicieron ley para la posteridad el guardar esta
festividad, en recuerdo de la restauración de su Templo de culto, durante ocho
días. Y desde ese entonces y hasta ahora es que celebramos esta festividad, y
la llamamos Luces. Yo supongo que la razón fue debido a que esta libertad que
estaba más allá de nuestras esperanzas se nos presentó, y por lo tanto este
nombre fue dado a la festividad. Judah también reconstruyó las murallas
alrededor de la ciudad, y construyó torres de gran altura en contra de las incursiones
de los enemigos, y puso guardias en ellas.
La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo
encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una
exigua cantidad de aceite, que alcanzaba sólo para uno. Esto dio origen a la
principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma
progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de
los días más un brazo «piloto»).
La festividad acontece el 25 de Kislev del calendario judío,
fecha que acaece entre fines de noviembre y comienzos de diciembre del
calendario gregoriano. Este año de 2013, la fiesta de Januca se celebra del 27 de Noviembre al 5 de Diciembre de 2013
ACTITUD DE LOS CRISTIANOS:
¿Qué actitud debemos tener ante el Janucá judío? De respeto
al pueblo de Israel y de alegría porque Dios jamás ha permitido que éste, haya sido exterminado.
CONCLUSIÓN:
No más. Si tienes tentación de celebrar Janucá. Cuidado, no
sea que al rato quieras celebrar el 12 de diciembre o algo por el estilo.
Recordemos la Palabra.
Dice Efesios 2.11-16:
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en
cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión
hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin
Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo
estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él
es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia
de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo
y nuevo hombre, haciendo la paz, y
mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en
ella las enemistades”.
Ahora en el Nuevo Pacto, no es relevante ser judío o ser gentil. Lo toral es
SER DE JESUCRISTO.
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