CRISTIANOS CON AUTORIDAD PARA ECHAR FUERA DEMONIOS

Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez , con los
 pastores César Guerrero, Juan Daniel
 Alcantara y Adi Sánchez Vizcarra,
a medio camino entre el Distrito Federal y la
 Comunidad Cristiana Filadelfia en Acatitla Ver.

“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y AUTORIDAD sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.” Lucas 9:1

OBJETIVO 

Q

ue cada discípulo conozca sus derechos espirituales para ministrar con la autoridad de Jesucristo. La liberación es una facultad puesta en las manos de los que creen en el Señor.

Versículo bíblico para memorizar Lucas. 10:19

INTRODUCCIÓN.

Como reseña del capítulo anterior, SEÑALES DEL UNGIDO Y DEL MINISTERIO FALSO,  recordemos que, en el pueblo evangélico en términos generales hay un gran desconocimiento de la autoridad que los cristianos tenemos para echar fuera a los demonios.

Y que con frecuencia vemos que por esta falta de conocimiento dan su punto de vista (yo creo, yo pienso, esto no es así, en la iglesia de donde asisto acuestan a la persona, etc., etc.), sin tomar como base las Sagradas Escrituras, y a su vez pedir revelación a Dios para que nos ministre. Jeremías 33:3

En esta lección, nos importa subrayar SEMEION como prenda de autoridad y poder divino que ejercen los genuinos discípulos del Señor. Marcos 16:17 dice: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”

I.-        LAS SEÑALES PARA HOY.

A).- EN LOS APOSTOLES.

En II Corintios 12:12 dice: “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” Así que  una manera de reconocer a los auténticos ministerios del Señor Jesucristo es mediante las señales que Dios obra a través de ellos. En el caso del apóstol,  dos elementos son insubstituibles: Su carácter de toda paciencia y los milagros y prodigios con que Dios sella su ministerio. La expresión: “Toda paciencia” merece una explicación. El término griego es upomonh (jupomone), literalmente, permanecer bajo. De jupo, bajo y meno, permanecer. Se traduce casi siempre como paciencia. Pero se trata de una paciencia que crece bajo las pruebas. EN PRUEBAS QUE RECAEN EN EL SERVICIO DEL EVANGELIO, como lo señala Pablo en II Corintios 12.12 que ya hemos transcrito arriba.

Los apóstoles del primer siglo oraron porque dichas señales se manifestaran. Dice Hechos 4:29-30: “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús”. En Hechos 5:12 se ve con claridad como Dios respalda a sus siervos, (los apóstoles particularmente). He aquí el versículo: “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.”

Las señales que Dios obra en cada ministerio, es  una de las razones importantes de estar en una iglesia en el orden de Dios, con los cinco ministerios.

En Hechos 15:12 aprendemos que cuando los apóstoles regresan de sus viajes misioneros, parte de lo que deben informar a la iglesia es como los respaldó Dios con SEÑALES Y PRODIGIOS. He aquí el versículo: “Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.”

B).-SEÑALES EN OTROS MINISTERIOS.

Sin embargo, las SEÑALES DE AUTORIDAD DIVINA no son exclusivas para los apóstoles. Los otros ministerios deben también manifestar la unción de Dios mediante las SEÑALES. 

Los profetas del Nuevo Testamento, deben manifestar las señales que establece Hechos 15.32: “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con ABUNDANCIA de palabras”

Otro caso en Jerusalén tenemos el ejemplo de Esteban que era un ministerio de la iglesia local pero contaba con el respaldo de Dios. Hechos 6:8 dice: “Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo”

Felipe como evangelista en el orden de Dios también tenía manifestación de señales Hechos 8:1-7 dice: “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;  así que había gran gozo en aquella ciudad”.

C).-      TODOS LOS CREYENTES VERDADEROS TIENEN SEÑALES.

En Marcos 16:17 el Señor Jesús hace extensiva la manifestación de señales a todos verdaderos creyentes. Y en Marcos 16:20 dice: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén” aquí  vemos claramente que el Señor les ayudaba en el trabajo de la Evangelización.

II.- AUTORIDAD PARA ECHAR FUERA DEMONIOS.

En Marcos 16:17 ECHAR FUERA DEMONIOS es una de las señales que deben seguir a los creyentes.

            Por siglos las iglesias ignoraron que tenían autoridad para echar fuera demonios. En la medida en que la restauración avanza, han venido cambios benéficos para los cristianos y la sociedad en que éstos están inmersos.

            En el inicio del derramamiento del Espíritu Santo a finales del siglo XIX, cuando surge el Movimiento Pentecostés, hubo la idea de que los “grandes siervos de Dios” podían echar fuera demonios; pero que esto era privativo de ministerios encumbrados. Poco a poco, nos hemos dado cuenta de que la unción está en la cabeza pero baja hasta el borde las vestiduras. (SALMO 133) Esto es, LA UNCIÓN ESTÁ EN TODO EL CUERPO DE CRISTO. Y sí tú eres parte de ese cuerpo, la autoridad está en ti también.

Particularmente Lucas 10:19 dice: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.” Categórico. Es categórico en cuanto a la autoridad para hollar serpientes y escorpiones sin que ninguna fuerza del enemigo nos haga daño.

En Lucas 10:19 el verbo griego es (patein) PATEIN que traduce hollar y cuyo uso figurativo es que la autoridad que el Señor nos ha dado es tal que no solo podemos tener un control real sobre los demonios sino que podemos HOLLARLOS, esto es pisotearlos... tenerlos sujetos bajo nuestros pies. Porque en autoridad,  todos los demonios son inferiores a la autoridad que el Señor Jesucristo nos ha dado como hijos suyos.

Ahora, ¿por qué debemos estar seguros de que Jesucristo nos ha entregado esta autoridad sobre los demonios?
            Dice Colosenses 2.13-15: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.

            Según este pasaje, Dios primero nos da vida anulando el acta contraria a nosotros, y luego nos anuncia que Él ha despojado a los principados y potestad habiéndoles exhibido públicamente como derrotados. Con esa certeza, viene el Señor Jesús y te delega autoridad sobre los demonios.

A.-       JESUS HECHÓ FUERA DEMONIOS.

De hecho, el ministerio terrenal de Jesucristo se puede agrupar en tres direcciones: Predicar el Evangelio, Enseñar y manifestar AUTORIDAD DIVINA mediante sanidades y liberación de demonios. Mateo 4:23-24 declara: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó”.

            Sanidades y liberación de demonios eran elementos constantes en el ministerio del Señor Jesucristo. La pregunta sería ¿y por qué no de igual modo, en el ministerio de los cristianos?

            Abundando en el testimonio de las Escrituras al respecto de las liberaciones que efectuó el Señor Jesús en su ministerio terrenal, he aquí estos pasajes:

Marcos 1.34: “Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.” Aquí hay un dato muy importante, los demonios conocen al Señor Jesucristo, y cuando tú estás bajo su autoridad, los demonios te reconocen a ti.

Lucas 4:32-35 dice: “Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno”. Aquí hay otro dato de suma importancia, cuando una persona es liberada, el demonio se va porque reconoce que está derrotada y no le hace ningún daño quien está siendo liberado.

            Tal vez el caso más comentado en los púlpitos cristianos sea el del endemoniado gadareno,  que narra Marcos 5.6-13 que dice: “Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región. Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.”

Este pasaje nos enseña que los demonios reconocen la autoridad de Jesús y le obedecen, pero también que una persona puede tener muchos demonios. En este caso, hablamos de una legión. La legión era una partida militar hasta de unos 4 200 hombres, según el historiador antiguo Polibio que más tarde alcanzaría entre los 5 200 y 6 000 soldados de infantería y 300 jinetes para completar un total de entre 6 000 y 6 300 efectivo. Así que cuando la Biblia habla de un endemoniado con una legión, se habla de muchos demonios.

Añado aquí el versículo de Mateo 8:16, porque debemos notar que el Señor Jesús no trajo cadenas para atar al endemoniado, ni lo sujetó con fuerza física. Vaya ni lo tocaba siquiera. Usaba el poder de su Palabra. He aquí el versículo: “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos”

Si eres un ungido de Dios, harás las liberaciones como las hizo el Señor Jesús. Hace algunos años, cuando mi hijo primogénito apenas adolescente era pastor de la Comunidad Cristiana Filadelfia en Santa  Clara Edo. de México, vinieron a casa a llamarlo porque había un caso de posesión demoníaca. Le dije te acompaño, era pasada la media noche. Se trataba de otro grupo cristiano pero nos conocían. Al llegar, tenían a una mujer tendida en el piso, sujetada por la mano como de ocho varones, gritando, orando y llorando. Cuando llegamos, les dije a todos: Por favor suéltenla y retírense un poco para poder ministrarle. Mi hijo y yo nos paramos cerca de la mujer y oramos unos minutos en el Espíritu. Luego le dije al demonio: “en el NOMBRE DE JESUCRISTO, SAL DE ELLA” El Demonio salió al instante, le di la mano a esta mujer y la ayudé a incorporarse. Entonces el pastor del otro grupo  se enojó y dijo, pero cómo tan pronto, si nosotros hemos estado aquí orando desde las nueve de la noche. No es el tiempo que se usa para ministrar en la fe y el entendimiento en l autoridad de la Palabra. Aunque hay casos en los cuales es más tardada la liberación, pero son casos excepcionales.

B.-       LOS DISCÍPULOS HECHARON FUERA DEMONIOS.

En los días del Nuevo Testamento era común la ministración de liberación a endemoniados, Hechos 5:16 dice: “Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.” Una vez más, sanidades y liberaciones van de la mano.        

En el gran avivamiento en Samaria, se repite el caso. Porque hemos dicho ya, sanidades y liberaciones, son una constante en el ministerio de Jesucristo, de los primeros discípulos, y debe ser una constante en nosotros los cristianos de la presente generación en el siglo XXI. He aquí el texto sagrado de Hechos 8.6-7. “Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados” Así como era la iglesia en Samaria, así quiere Dios que sea cada una de nuestras iglesias.

C.-       PACTOS CON SATANÁS

            Mucha gente que practica religiones orientales, artes marciales o brujería en cualquiera de sus manifestaciones está en verdad endemoniada aunque aquella persona no lo sepa. Una persona así, al conocer el Evangelio,  necesita renunciar a los demonios y aceptar a JESUCRISTO como su único y suficiente SALVADOR.

Hechos  19:18-20 afirma: “Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata”. Esta es otra señal inequívoca de una iglesia viva, de una iglesia en el orden de Dios. Los brujos y hechiceros, se convertirán al Señor y vendrán a rendir sus vidas a Cristo. Se pondrán al servicio de los santos.

Hay situaciones en los cuales, todo parecía que quien hablaba lo hacía diciendo cosas ciertas y cosas de Dios, pero el espíritu inmundo que hablaba debería ser desenmascarado y echado fuera. Como el caso de Hechos16:16-19 que dice: “Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora. Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades” Pablo pudo haber aceptado el alago de esta muchacha, pero por el don de discernimiento de espíritus él sabía que el origen de esas palabras era del maligno, por eso las rechazó y actuó para liberar a esta mujer.

CONCLUSIÓN

Comprendamos y aceptemos nuestros derechos espirituales sobre los demonios y actuemos en obediencia y sujeción a Jesucristo para ser útiles en las manos de Dios al ministrar liberación a los  endemoniados. Estamos en un tiempo en que el derramamiento del Espíritu Santo es una experiencia cotidiana en el Cuerpo de Jesucristo; entonces aprendamos los principios espirituales de la Biblia para que nuestro ministerio de liberación sea una gran bendición para el mayor número de personas posible.

            Cada día que pasa, entre tanto que se acercan los tiempos finales, la humanidad tendrá necesidad de un genuino ministerio de liberación con la autoridad de Jesucristo.