viernes, 13 de junio de 2014

UNA PALABRA SOBRE LOS DIEZMOS.


 



He escuchado  a muchos decir: “¿Ir a la iglesia  para que los pastores me quiten mi plata? Ni loco que estuviera.”...
Hay personas que sostienen sinceramente que el diezmo es cosa del Antiguo Testamento, y consideran que observar este principio es falta de lealtad al Evangelio. Entre tanto que hay otros que no saben cuán grandes bendiciones trae consigo el principio bíblico de diezmar. He aquí una sinopsis bíblica de lo que sustentamos en la Comunidad Cristiana Filadelfia respecto del dar a Dios nuestro dinero:
1.     - Los Diezmos antes de la Ley.
 
Cuatrocientos años antes de la Ley de Moisés, Abraham diezmó todo lo que tenía. Génesis 14.19-20 dice: “Y le bendijo diciendo: Bendito sea Abram, del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios altísimo que entregó tus enemigos en tus manos. Y le dio Abram los diezmos de todo.”
El nieto de Abraham, Jacob, el tercer patriarca, pactó con Dios entregarle el diezmo de todo lo que le diera. Génesis 28.22 dice: “Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”
Así que los diezmos son para antes, para durante y para después de la Ley. Ya que en Hebreos 7.9 dice que en Abraham también fue diezmado Lev. Lev fue bisnieto de Abraham y padre de los levitas y sacerdotes de Israel.
Los diezmos en la Ley:
En Deuteronomio 14.22 Dios establece: “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.”
El diezmo es tan sagrado que el israelita tenía prohibido comérselo. Dice Deuteronomio 12.17: Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.”
Además de diezmar, el israelita tenía la obligación de compartir lo suyo con los levitas y los necesitados. Dice Deuteronomio 26.12:  Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, y comerán en tus aldeas y se saciarán.”
No sólo eso, los sacerdotes tenían que diezmar sus propios ingresos, eso se llama DIEZMO DE DIEZMOS. Dice Números 118.26: “Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.”
3. - Hay algo trascendente al diezmar.
Lo trascendente al diezmar el que Dios quiere que aprendamos a temerle. Se aprende a temer al Señor trayendo los diezmos. Dice Deuteronomio 14.23: “Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días.”
4. –Un reto  y una promesa de Dios a quienes diezman.
El reto. Una sola vez en la Biblia dice Dios PROBADME. Y es al hablar de los diezmos. En Malaquías 3.10 dice: “Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa, y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, sino os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”La promesa. Dice Dios en Malaquías 3.11: Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruiré el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.”
5. - El diezmo en los Evangelios.

El Señor Jesús en vez de derogar la vigencia del diezmo la ratificó categóricamente. He aquí lo que dice Mateo 23.23: “¡Hay de vosotros,
Escribas y fariseos, hipócritas!" Porque diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia, y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Hay que guardar la justicia, la misericordia y la fe y además, diezmar.
6. - El reto del Nuevo Testamento.
Hay quienes se van de una iglesia que está en el orden de Dios y administra el dinero de acuerdo con lo que enseña la Biblia. Dicen los inconformes para no pagar los diezmos: “Eso es del Antiguo Testamento, ahora vivimos bajo la gracia”
Lo anterior es verdad. Pero muchos ignoran que en el Nuevo Testamento, no sólo se diezma, sino que se entrega el producto de la venta de las heredades de manera íntegra. Hechos 4.35: “Así que no había entre ellos algún necesitado; porque todos los que poseías heredades o casas, las vendían y traían el producto de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles.”
Como COMUNIDAD CRISTIANA FILADELFIA, Diezmemos ahora y glorifiquemos a nuestro Dios.
Además de nuestros diezmos, estamos determinados para apoyar la Obra de Dios con nuestras primicias y nuestras ofrendas de manera generosa. Ver: Éxodo 335.29. Salmo 20.3. I Cor. 16.1-3.
DIos nos ha mostrado que el camino más corto a la verdadera prosperidad financiera es la ley de la siembra y la cosecha. Siembra abundantemente, para poder segar abundantemente. Isaías 55.10. III Juan 2. Salmo 147.14. Recuerda que el que pone su pié en Filadelfia, lo pone en el terreno de la prosperidad.




 

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