Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez con el Pastor Carlos Reyes, pastor titular de la Comunidad Cristiana Filadelfia en Cd. Delgado, República de el Salvador CA |
Sin embargo, la Biblia enseña, que
ninguna religión logra llegar a Dios. Todas las religiones tienen sus ritos,
sus días festivos, sus rezos, sus días de guardar. Pero ninguna llega a Dios.
Por eso fue necesario que Jesucristo
dejara su trono de gloria y viniera a encarnarse y morir en la cruz del
calvario para salvarnos. Ninguna religión, incluyendo la religión judía, pueden
decir: “Nadie viene al Padre sino por mí”. Pero Jesucristo sí lo declaró de
manera categórica: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre
sino por mí” (Juan 14.6).
De allí que el Cristianismo no es una
religión, y menos la apéndice de una religión. Ya que, repito, en las
religiones el hombre hace algo para llegar a Dios, y la buena noticia
(Evangelio) de la Biblia es que Dios ya llegó al hombre mediante Jesucristo.
La única forma de que el hombre llegue
a Dios es que Dios llegue al hombre y en eso estriba el Evangelio, en anunciar
que Dios ha llegado al hombre en JESUCRISTO.
En una página de mesiánicos, leo hoy,
que su visión es llevar a todo el mundo en mensaje de LA TORAH Y DE EL MASHIAJ.
(¿?)
Pareciera ser que para ellos no existe 1
Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo MEDIADOR entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre”
O que no existiera Hechos 4.12: “Y en
ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.”
Y parece que no han leído Juan 14:6:
Jesús le dijo: “Yo soy el CAMINO, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,
sino por mí”
Cuando veo los pronunciamientos de
algunos mesiánicos recuerdo cuando era católico romano y me hablan de
Jesucristo y yo les decía: “Claro que sí” pero también amo a la santísima virgen.
Y el mesiánico dice sí, amo a Jesucristo, pero sin la Torah no estoy completo.
Como diciendo; No puedo ir a predicar a Jesucristo sin la Torah, porque mi
mensaje sería incompleto.
Allí no hay más que un espíritu
religioso que hay que echar fuera. Varios templos cristianos evangélicos poco a
poco se van llenando de símbolos religiosos judíos como las parroquias están
llenas de santos y vírgenes. ¿Cuál es la diferencia? Cambia el nombre y la
figura de los símbolos religiosos, pero el espíritu religioso es el mismo.
Quienes fueron evangélicos y adoraron a
Dios en espíritu y en verdad ahora no pueden hacerlo si no se ponen un kipá, y
si no están viendo un candelabro de siete brazos, o una estrella de David.
Dichos símbolos en el Antiguo Pacto
tuvieron un valor, pero los mismos símbolos para el Cristianismo es como la
placenta para el niño que ya nació. Dicha placenta hay que cortarla y
desecharla. Ya cumplió su función. Recordemos lo que dice Gálatas 3:24-25: “De manera que la ley ha sido
nuestro AYO, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la
fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo AYO”
Los cristianos no tenemos religión,
pero si nos hiciéramos musulmanes defenderíamos la observancia del viernes como
día sagrado, pero si dejáramos la gracia y nos volviéramos a la ley haríamos
del sábado uno de nuestros ídolos, y creeríamos que somos mejores que el resto
del mundo por guardarlo con celo fariseo.
Pero ya Jesucristo nos enseñó lo que
dice en Juan 4:23: “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en ESPÍRITU y en verdad; porque también el Padre
tales adoradores busca que le adoren”. Juan 4:24: Dios es ESPÍRITU; y los que le
adoran, en ESPÍRITU y en verdad es necesario que adoren. Y Juan
6:63: El ESPÍRITU es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras
que yo os he hablado son ESPÍRITU y son vida.
Los cristianos no necesitamos ni
vírgenes, ni candelabros de siete brazos, ni kipá ni estola, no necesitamos ni
estrella de David ni crucifijo para adorar a Dios. Lo hacemos en espíritu y en
verdad.
EL Evangelio nos enseña que somos salvos por lo que Jesucristo hizo, no por lo que nosotros hacemos. |
Y en cuanto a predicar, predicamos a
Jesucristo, como Pablo. Dice 1 Corintios
2:2: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a JESUCRISTO, y
a éste crucificado”. Y aclara 1
Corintios 3:11: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es JESUCRISTO”. Imposible edificar LA IGLESIA DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO, QUE ES EL NUEVO ISRAEL DE DIOS, SOBRE MOISÉS O LA TORAH. EL
FUNDAMENTO ES JESUCRISTO.
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