Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez en una ponencia en céntrico hotel de la Cd. de México. |
Dice la escritura en Daniel 4.2-3: “Conviene que yo declare
las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo. ¡Cuán grandes son
sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su
señorío de generación en generación” y este es un testimonio de que Dios está
obrando ahora como en los días de la Biblia..
UN CULTO ESPECIAL. El martes 14 de agosto de 2012, a las 4 de la mañana tuvimos un culto en la
Iglesia donde la Hna. María Elena Berríos es la Pastora en Tipitapa, Managua
Nicaragua.
Dicho culto fue significativo, porque hubo un mover del
Espíritu Santo de Dios, hubo un derramamiento glorioso. Muchos hablaron en
otras lenguas por primera vez. La pastora me hizo el favor de invitarme a
predicar la Palabra y a ministrar con los dones del Espíritu Santo.
Pero el culto era más significativo aún, porque se trata del
culto donde una mujer es la pastora. El hecho de que sea mujer ya es digno de
mención pero mucho más si esa mujer había muerto y Dios la resucitó con una
oración de fe.
MI LLEGADA EN ESTE VIAJE A MANAGUA. Cuando llego al
aeropuerto de Managua, generalmente hay hermanos esperándome. Hace 17 años,
viajé con mi amada esposa. Al llegar al aeropuerto habían muchos hermanos con
cartulinas de bienvenida. Pero noté de inmediato que la Hna. María Elena
Berríos no estaba.
Le pregunté al Pastor por ella. El pastor me respondió: “La
hermana está muy enferma, sufrió un derrame cerebral, y la mitad de su cuerpo
está paralizado.”
VIAJE AL HUARUMO. Cuando llegamos a la casa del Pastor
Fausto Castillo que nos hospedaría me llevé con la sorpresa de que los pastores
habían rentado un automóvil y saldríamos en ese instante hacia las montañas del
Huarumo (Departamento de Granada) para visitar a las iglesias. Y nos fuimos, no
sin antes suplicar a mi esposa que visitara a la Hna. María Elena.
Ella es la Pastora Ma. Elena Berrios en Tipitapa Managua, Nicaragua que fue resucitada por el poder de Jesucristo después de haber muerto por un derrame cerebral. Está perfectamente sana. |
A mi regreso el sábado por la noche, mi esposa me compartió
que visitó a María Elena, acompañada de la esposa del Pastor David. Que Dios
les había dado una profecía, en la cual el Señor decía que ella iba a sanar y
Dios la iba a prosperar.
UN DOMINGO LLENO DE BENDICIONES. EL domingo, fuimos al río
para un culto de bautismos. De regreso tuvimos en la pequeña casa de oración de
Filadelfia (en ese entonces), el culto de la Cena del Señor. Y como a las 5 de
la tarde los hermanos pidieron que hiciéramos un culto al aire libre en la
rotonda. Cosa que hicimos.
SUPLIMOS DE LA MUERTE DE MARÍA ELENA. Estábamos por terminar
el culto, cuando un hijo de María Elena Berríos llegó corriendo para decirnos
que su madre había muerto a las 2 de la tarde y su padre nos pedía que fuéramos
para hacer arreglos para el funeral.
El Pastor Fausto Castillo y yo corrimos hasta la casa (que
ahora es la sede de la Comunidad Cristiana Filadelfia); dejando a la Apóstol
Esther terminar el culto.
DIOS ME DICE CON VOZ AUDIBLE QUE ORE POR ELLA PARA QUE DIOS
LA RESUCITE. Cuando llegamos, muchas
mujeres estaban llorando. Les pedí que se pusieran de pie, que ella estaba con
Cristo. Y al levantar mis manos, la gloria de Dios me envolvió y oí la voz del
Señor diciéndome, que orara por ella para que Dios la resucitara. Oré con ella,
y una lágrima salió de su ojo izquierdo.
Luego le pedí a su hijo leche. Me dijo que no tenía. Le di
cinco córdobas y le pedí que trajera leche y me lo diera en un vaso.
Cuando vino me dio el vaso con leche. Lo tomé en la mano
izquierda y metí mi brazo derecho debajo del cuello del cadáver y grite: “Hna.
María Elena, vuelva a la vida en el Nombre de Jesucristo que resucitó de los
muertos” Al instante ella abrió los ojos y se sentó. HABÍA RESUCITADO.
LA MUJER QUE RESUCITÓ CUENTA SU TESTIMONIO. Nos contó que
cuando salió de su cuerpo, se vió caminando en un camino rodeado de pastizales
muy hermosos, e iba en dirección de un trono en lo alto. De pronto oyó a lo
lejos mi voz, y se dijo: “No, yo no regreso, aquí estoy en el paraíso”. Pero
que cuando grité con más fuerza la segunda vez: “Hna. María Elena vuela a la
vida” Desde el trono el que estaba
sentado le hizo una señal para que regresara, y regresó.
Esa noche ella escribió como pudo su testimonio, y se la
envió a mi esposa, para que ella como maestra, le hiciera el favor de pulir el
escrito. Palabras más, palabras menos: Jesucristo resucita a los muertos. JESUCRISTO
RESUCITA MUERTOS AHORA MISMO. Estamos frente a un hecho portentoso. Y nosotros nos humillamos bajo la mano de
Dios y lo glorificamos.
Ahora María Elena Berríos es pastora de una iglesia pujante,
en la cual he tenido el privilegio de compartir la Palabra. Aleluya!
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