viernes, 31 de mayo de 2013

¿LE ENTREGÓ CRISTO EL PRIMADO A PEDRO?


I
Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez
en plena ponencia sobre el Papado
NTRODUCCIÓN

Después del Concilio de Nicea, el cual fue convocado, presidido y definido por Constantino el Grande; León I, obispo de Roma en el siglo V (440-460) por primera vez se atrevió a interpretar Mateo 16.18-19, Lucas 22.31-32 y Juan 21.15-17 como ahora los entiende la Religión Romana.

A continuación algunos ejemplos de lo que venimos discurriendo:

JUAN CRISÓSTOMO (345 - 407)

Muy notable líder cristiano del Oriente, a pesar de ser uno de los promotores de la festividad navideña en Antioquia de Siria, es un fiel reflejo del pensamiento cristiano de sus tiempos en cuanto al papado. 

Juan Crisóstomo sostuvo que “La roca en la cual está fundada la iglesia es la Confesión de Fe que Pedro pronunció: TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVIENTE” Sobre esa confesión de fe de Pedro está fundada la Iglesia, sostuvo el pensador.

JERÓNIMO (349 - 420)
Otro Gran Doctor de la Iglesia quien sostuvo que el canon del Antiguo Testamento debería estar sin los libros apócrifos, creía del mismo modo que Juan Crisóstomo, esto es, que la Roca era la Confesión: TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVIENTE

AGUSTÍN DE HIPONA (354 - 430)
Oficialmente murió fuera de la comunión con la Religión Católico-Romana, pero que a pesar de eso, está en los altares católicos y se le tiene como uno de los más insignes doctores de la Religión Romana. 

Sostuvo que LA ROCA en la cual está fundamentada la Iglesia es CRISTO.

Como en el caso de la interpretación tardía y forzada que el catolicismo romano hace de Mateo 16.13-20, hay otros pasajes del Nuevo Testamento, que de manera tardía, también, principiaron a manejarse como base de la autoridad del Papa.

I. ¿LE ENTREGA CRISTO A PEDRO EL PRIMADO EN
JUAN 21.15-25?
Como es conocido de muchos, el papa romano tiene una infinidad de títulos para exaltar su figura más y más cada día. Uno de esos es el de pastor general de la iglesia.

Uno de los pasajes favoritos a citar para tratar de hacer aparecer a Pedro más que a los demás apóstoles, es Juan 21.15-25. En este pasaje, Jesús ya resucitado, aparece a sus discípulos muy temprano mientras ellos estaban pescando y toma un desayuno con ellos. Cuando hubieron comido, dice la Escritura, se establece un diálogo entre Jesucristo y Pedro.

He aquí el texto completo:

“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Jonás ¿Me amas más que estos? Le respondió, sí Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

Volvió a decirle la segunda vez: Simón hijo de Jonás ¿Me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿Me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”

Sacando este episodio de su contexto pareciera ser que dice lo que la Religión Romana afirma, respecto de un primado que Cristo le entrega a Pedro, una vez que él ha resucitado. Sin embargo una de las reglas hermenéuticas más elementales es que un pasaje de la Biblia se interpreta en su contexto, y no fuera de contexto.

¿Qué es el contexto? Lo que describe inmediatamente antes y después respecto del episodio en cuestión.

En Mateo 26:31-35 mientras transcurre la institución de la CENA DEL SEÑOR, Cristo le anuncia a todos los apóstoles que le negarán, y a Pedro que éste va a traicionarlo en esa misma noche. 

Dice Mateo 26.34-35: “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo”

Efectivamente, los evangelios continúan dando testimonio del hecho. En Mateo 26.69-75 se narran las tres negaciones de Pedro. 

Esa noche, Pedro estaba sentado en el patio del sumo pontífice, y ante una criada que le dijo que él estaba con Jesús, él contestó que no sabía de qué hablaba ella. 

Salió a la puerta, otra mujer dijo a los que allí estaban: “También éste estaba con Jesús el Nazareno” y él lo negó con juramento: “No conozco al hombre”
Los católicos le besan el dedo gordo del pie derecho porque les 


Acercándose a él algunos de los que estaban allí le dijeron que su manera de hablar lo descubría como galileo, y él principió a maldecir y a jurar que no conocía “al hombre” Y enseguida cantó el gallo. Entonces Pedro, se acordó de lo que Jesús le había profetizado y saliendo fuera se puso a llorar con amargura.

En esta porción de la Palabra vemos que Pedro al decir “no conozco al hombre” no sólo se deslindó de Jesús, sino que le calificó como un hombre cualquiera. Pero el hecho de que lo haya maldecido y jurado que no lo conocía, hacía de Pedro un varón en condiciones espirituales miserables. Para el israelita un juramento era un acto sagrado. La declaración que daba con juramento tenía la característica de que lo hacía en la presencia de DIOS, por lo tanto, no podía mentir; y si mentía, echaba maldición en su cabeza con su propia boca. 

Así que cuando Pedro salió del edificio y lloró con amargura, lo hizo porque le dolía haber negado a Jesús; pero también porque él vio interrumpida su comunión con Dios. En otras palabras, Pedro para volver a ser el mismo de antes de que él negara a Jesús, necesitaba ser restaurado. 

En comparación con los otros discípulos, Pedro se sentía en el sótano. Los otros apóstoles, también le negaron, pero no tres veces y no dice la Biblia que lo maldijeron y que juraron no conocerlo. 

Ahora sí, podemos comprender el diálogo que registra el evangelista Juan en su capítulo 21.15-25, cuando Jesús le dice a Pedro: ¿Me amas? Aquí Jesús no está exaltando a Pedro sobre los otros discípulos, sino restaurándolo y poniéndolo al nivel de ellos. Pedro estaba siendo ministrado y restituido al apostolado. De ninguna manera puede entenderse el diálogo como la entrega de un Primado.

En Juan 21.15, la pregunta de Jesús a Pedro es: 

AGAPAS ME PLEON TOÚTON

“ME AMAS MÁS QUE ESTOS?

Aquí el término clave es  AGAPAO, “AMAR CON UN AMOR INCONDICIONAL” 

Pedro responde: 

OTI FILO TE

En la traducción de nuestra Biblia al Español, no se nota la distinción, pero en el original, el verbo que usa Pedro es FILEO, es decir: “Te aprecio o te quiero”; pero no es el amar incondicional de Dios. Pedro no podía decir AGAPAO.

Entonces, la tercera vez, Jesús cambia el verbo AGAPAO, por el verbo FILEO y pregunta: 

FILEIS ME

“¿ME QUIERES?”

Y Pedro responde: 

SU GUINOSKEIS ÓTI FILO SE

“TÚ CONOCES QUE TE QUIERO”

En otras palabras, Pedro no se atrevió en las tres ocasiones en que Jesús le insistió preguntando: ¿Me amas con un amor incondicional? a responder: “Te amo” con un amor incondicional, y le dijo al final; “TÚ LO SABES TODO, SABES QUE TE QUIERO”* 

Jesús le dice la primera vez “apacienta mis corderos”

El concepto de PRIMADO, es extraño a las Escrituras. Por el contrario, Jesús estableció en Marcos 10.43-45: 

“Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor. Y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”


II. ¿HAY DELEGACIÓN DE AUTORIDAD PAPAL 
EN LUCAS 22.31-32?

Dicen los curas, el hecho de que Satanás haya pedido a Pedro para ser zarandeado, y que Cristo le ofrezca una misión especial para confirmar a sus hermanos después de la prueba, es clara evidencia de que Pedro tenía una misión superior a los demás apóstoles.

¿Qué dice la Escritura exactamente? Lucas 22.31-32 dice: 

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.

Al respecto podemos decir cuando menos lo siguiente:

1. El Señor declara que todos los discípulos han sido pedidos para ser zarandeados como a trigo, no solamente a Pedro, como comúnmente se entiende.

2. Es verdad que Cristo le dice a Pedro: “...pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte...” Esta expresión alcanza su máximo significado, si recordamos los pasajes ya estudiados en este mismo capítulo, en los cuales Pedro niega, jura no conocer “al hombre” y aún lo maldice. Marcos 14.71 dice: “Entonces él (Pedro), comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis” 

En otras palabras, Pedro llegaría a estar en una condición espiritual muy próxima a la de Judas. Judas no se arrepintió. Pero el Señor rogó porque Pedro sí tuviera un arrepentimiento genuino.

3. Es determinante para el caso de lo que estamos estudiando la expresión del original Griego, para la expresión: “...y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” La expresión griega que se traduce en nuestras Biblias, una vez vuelto es, POTE EPISTRÉFAS, que literalmente significa, ‘CUANDO TE CONVIERTAS”, eso quiere decir que la condición de Pedro llegaría ser de tal magnitud que requeriría de Una Conversación al Señor. En este contexto las palabras del Señor tienen una fuerte intención de ministrarle a Pedro para las necesidades intrínsecas de Pedro más que para que él esté al frente de la iglesia o que sea primado en alguna jerarquía. Por favor, disfrutemos la enorme distancia que hay entre lo que realmente dice la Biblia con lo que el romanismo pretende que diga.

4. En la expresión final: “...una vez vuelto, confirma a tus hermanos” el término griego para confirmar aquí es: STÉRISON, que literalmente significa: “FORTALECE” a tus hermanos. Resulta obvio afirmar que cuando un hermano en la fe cae, se aparta y luego regresa al redil del Señor, su fe nos fortalece. Pero de allí a que eso implique que el descarriado y recién reintegrado al rebaño, por el hecho de haber regresado ya recibió el primado, es un absurdo.

5. Y sobre todo, si se lee completo el capítulo 22 de Lucas. Pues las palabras del Señor a que hemos hecho referencia, vienen antecedidas de los versículos 24-30, en donde Jesús enseña quién es el mayor en el reino de los cielos. Concretamente en los versículos 25 y 26 dice: 

“Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y sobre los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores, mas no será así entre vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven y el que dirige como el que sirve” 

Así que mientras el Romanismo pretende hallar en este capítulo base escrituraria para fundamentar la autoridad papal y la afirmación bíblica de una jerarquía piramidal, Jesucristo de manera tajante y categórica dice que en la iglesia, las cosas son totalmente diferentes.

III. LAS LLAVES DEL REINO

La cantaleta tan popular de que Pedro tiene las llaves del cielo y que él determina quién entra o no mismo, es sin duda alguna, un total disparate teológico.

Veamos lo que dice el pasaje bíblico en referencia. Mateo 16.19 dice: “A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos”.

Siempre el contexto nos saca de toda duda. Si el pasaje anterior es parte del establecimiento del papado sobre Pedro, ya que este versículo hay que estudiarlo, junto con el anterior en donde hemos establecido quien es la roca, entonces veamos lo siguiente:

1. ¿Qué tanta infalibilidad papal tenía Pedro a partir de ese momento? Dice la Biblia que un poco después de que Jesús le dijo a Pedro lo de las llaves, Jesús dijo a todos que él iba a morir, y Pedro lo llama aparte para reconvenirle, que de ninguna manera acepte el Señor la muerte, y entonces Cristo le dice a Pedro: “¡Quítate de delante de mí Satanás!, me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios; sino en las de los hombres” Si el papa no se puede equivocar cuando habla ex cátedra ¿por qué aquí Pedro se equivocó?

2. Jesús le dice a Pedro “...te daré las llaves del reino de los cielos...” No, “las llaves del cielo” Todos los mitos que se han tejido en torno a Pedro a la puerta del cielo para decidir quién entra y quién no, son una vez más, engendro de mentira. Para entender la expresión de Jesucristo: “Te daré las llaves del reino de los cielos”, solamente hay que preguntarnos, ¿cuándo fue que Pedro las usó? Y la respuesta es obvia. En el día de Pentecostés, cuando una vez venido el Espíritu Santo, Pedro puesto en pié abre la era de la predicación evangélica, trayendo como resultado la conversión de tres mil varones. 

3. Así que, las llaves del reino de los cielos, son las llaves de la predicación del Evangelio. En ese sentido dichas llaves están en las manos de cada verdadero creyente. Es a todos que Jesús ordena: “Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a cada criatura” (Marcos 16.15) Y una vez más, aquí no hay indicios de jerarquía religiosa ni primacía papal, sólo el privilegio de que Pedro fuera el primero en predicar el mensaje.

El Nuevo Testamento tiene 27 libros, de los cuales cuando menos 13 seguramente fueron escritos por Pablo, entre tanto que Pedro escribió dos epístolas relativamente cortas. Resulta obvio que Pedro mira como algo especial “la sabiduría que le ha sido dada a Pablo” (II Pedro 3.15-16). La lógica nos obliga a pensar que si Pedro es el Papa designado por Jesucristo para representarlo en la tierra y de éste vendrían todos sus sucesores; que entonces, Pedro debiera tener más revelación que ninguno otro de los apóstoles.

CONCLUSIÓN

De acuerdo a lo hasta aquí estudiado en las Sagradas Escrituras, Pedro, ni era Papa, ni presidía a los apóstoles, ni era primado en la Iglesia en Jerusalén, ni fue enviado a los gentiles, ni tenía mayor revelación que otros apóstoles, ni tuvo un gobierno sobre la Iglesia Primitiva. Sencillamente el Pedro de la Biblia, es un auténtico siervo de Jesucristo, que nada tiene que ver con el “Pedro mitológico” que el romanismo ha construido entre LA HERIDA DE LA BESTIA QUE SANO.

ACCIÓN DE FE: JESUCRISTO TE SANA

¿QUE ES ACCIÓN DE FE, JESUCRISTO TE SANA?
Es una cruzada de salvación, sanidad divina, liberación, y prosperidad financiera, que celebraremos en la COMUNIDAD CRISTIANA FILADELFIA de Misterios 576, Col. Industrial, Delegación Gustavo A. Madero, 07800, Mëxico D. F.
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Todo absolutamente gratis y apto para toda la familia. Les esperamos.

¿ES EL PAPA FRANCISCO, VERDADERO SUCESOR DE PEDRO?

Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez, al inaugurar la nueva puerta de
acceso de la Comunidad Cristiana Filadelfia GAM en el D. F.
No. Y categóricamente no.  Jorge Mario Bergoglio es legítimo sucesor de Oddone Colonna. Oddone, era hijo de Agapito Colonna y Caterina Conti lo que le convertía en miembro de una de las familias aristocráticas romanas más antiguas y con mayor influencia de su época.

El autollamado Francisco I es sucesor legítimo únicamente de su “Santidad” Martín V. Elegido Papa, el 11 de noviembre de 1417, durante el Concilio de Constanza, en un cónclave que depuso a los Papas Juan XXIII y Benedicto XIII y que aceptó la renuncia del Papa Gregorio XII. Concilio que quemó vivo a Juan Hus, ignorando el salvoconducto de Segismundo el Patrono del mismo concilio.

De sobra, se han integrado datos que demuestran de una manera categórica y definitiva que LA SUCESION APOSTOLICA EN LOS PAPAS ES UNA MENTIRA, Y UNA MENTIRA ES MÁS QUE UNA TRADICIÓN.

Aún los historiadores católicos más serios, aceptan y afirman que el desarrollo del papado ha sido lento, complejo y basado en diez mil mentiras.


Gordon Stein16, y la misma Enciclopedia Católica, describen lo que se conoce como el FALSO LEGADO DE CONSTANTINO.

Lorenzo Valla, descubrió y lanzó al mundo la revelación de que jamás existió tal legado de Constantino. Pero ¿Quién fue Lorenzo Valla? 

Lorenzo Valla nació en Roma, en el año 1407 y murió en Nápoles en 1457. Fue Humanista, filólogo y filósofo italiano. Hasta 1433 enseñó en Pavía, residió en diversas ciudades italianas y se estableció en Nápoles (1437), bajo la protección de Alfonso V de Aragón. Nombrado secretario apostólico (1448), fue a Roma. Difundió y tradujo textos griegos y latinos, y buscó conciliar el paganismo clásico con la fe cristiana (De voluptate, 1431). Latinista (Elegantiae linguae latinae, 1444) y crítico hacia el aristotelismo medieval (Disputationes dialecticae, 1439), incentivó la crítica textual (In Novum Testamentum adnotationes, 1449). Su De falso credita et ementita Constantini donatione declamatio (1440), que negaba que éste hubiera dado al Papa, territorio alguno, causó un shock a los más fervientes católicos de su época, porque ponía al descubierto la falsedad en que el Vaticano se apoyó para lograr el poder temporal del papa. 


Acusado ante la Inquisición, supo defenderse con su Apologia adversus calumniatores (Defensa Contra Los Calumiadores) (1444). Pero tuvo que transcurrir siglos para que esta obra pudiese salir a la luz, y hoy en día la Religión Católica Romana acepta que el fraude es auténtico.

El fraude legalizó la unión entre iglesia y estado, un proceso que comenzó en el siglo IV, de esta era, bajo el Emperador Constantino y resultó altamente beneficioso para la institución católica romana en la formación de lo que más tarde se ha denominado falsamente “cristiandad”, un sistema feudal que duraría más de 1000 años. Con el colapso del Imperio Romano, el Catolicismo Romano se contrajo y la Religión Romana quedó aislada de su lejano benefactor, el Emperador de Bizancio. 
En el año 756 DC., los Estados papales italianos (gran parte de la ciudad de Roma y las principales áreas de la Italia occidental) fueron oficialmente adquiridos por la Religión Católica basados en uno de los más grandes fraudes que el Papado ha hecho. Esta transferencia de tierras fue legitimada sobre la base de un documento supuestamente escrito por el Emperador romano Constantino I, en el año 337 DC., el cual concedía todas estas regiones al Papa Silvestre I (Papa desde 315-335 E.C.) y a sus sucesores. 
Probablemente, el primer borrador fue escrito durante la segunda mitad del siglo VIII, como ayuda al Papa Esteban II en sus negociaciones con el Mayor del Palacio de los Francos, Pepin el Petiso. El Papa cruzó los Alpes para ungirlo como Rey en el año 754 DC., permitiéndole a la familia Carolingia, a la cual Pepin pertenecía, suplantar a la antigua Dinastía Real de los Merovingios que se encontraba en decadencia y sin poder.
Aparentemente Pepin, en un oscuro pacto, le había prometido al Papa otorgarle las tierras que los Lombardos habían tomado de los Bizantinos en Italia. 
La promesa fue cumplida en el año 756. La supuesta donación de Constantino le facilitaba a Pepin dar las tierras en forma de restauración, otorgando así, derechos políticos económicos y sociales, los cuales la Religión Católica Romana no poseía.

Durante varios siglos, la autenticidad de la Donación de Constantino no fue cuestionada. Sin embargo en esta declamación, Valla argumenta que la donación era un fraude. Había notado no sólo que no hubo ningún documento indicando que el Papa Silvestre I era consciente de tal dote, sino que el texto de la Donación contenía una serie de anacronismos históricos. Por ejemplo, se hacía referencia a Bizancio como una provincia cuando en el siglo cuarto solo era una ciudad. Se refería a los templos en Roma cuando aun no existían; y finalmente, se hacía referencia a “Judea”, la cual tampoco existía todavía. 
El problema que creó Valla es que la Donación constituía el pilar principal sobre el cual residía la legitimidad de los Estados Papales, debido a esto, sus escritos fueron reprimidos. Recién en el año 1517 pudieron aparecer copias de sus escritos. Aunque las pruebas de Valla eran contundentes, pasaron varios siglos antes que la RELIGION CATOLICA ROMANA reconociera el fraude. 
Hoy en día se cree que la Donación de Constantino fue realmente escrita alrededor del año 750 dC., poco antes de que la Religión Católica adquiriera los Estados Papales (y muchos siglos después de la muerte de Constantino). Su verdadero autor es desconocido.
A continuación, transcribimos integro el texto de la falsa Donación de Constantino, para que tú caro lector, por ti mismo descubras en el texto, los fraudes que saltan a la vista y que Lorenzo Valla, un fiel católico romano descubrió y dio a conocer al mundo. Sobresale esa astucia diabólica para inventar “donaciones” imperiales:
“Junto con todos los magistrados, con el senado y los magnates y todo el pueblo sujeto a la gloria del Imperio de Roma, Nos hemos juzgado útil que, como san Pedro ha sido elegido vicario del Hijo de Dios en la tierra, así también los pontífices, que hacen las veces del mismo príncipe de los Apóstoles, reciban de parte nuestra y de nuestro Imperio un poder de gobierno mayor que el que posee la terrena clemencia de nuestra serenidad imperial, porque Nos deseamos que el mismo príncipe de los Apóstoles y sus vicarios nos sean seguros intercesores junto a Dios. Deseamos que la Santa Iglesia Romana sea honrada con veneración, como nuestra terrena potencia imperial, y que la sede santísima de san Pedro sea exaltada gloriosamente aún más que nuestro trono terreno, ya que Nos le damos poder, gloriosa majestad, autoridad y honor imperial. Y mandamos y decretamos que tenga la supremacía sobre las cuatro sedes eminentes de Alejandría, Antioquía, Jerusalén y Constantinopla y sobre todas las otras iglesias de Dios en toda la tierra, y que el Pontífice reinante sobre la misma y santísima Iglesia de Roma sea el más elevado en grado y primero de todos los sacerdotes de todo el mundo y decida todo lo que sea necesario al culto de Dios y a la firmeza de la fe cristiana...
...Hemos acordado a las iglesias de los santos Apóstoles Pedro y Pablo rentas de posesiones, para que siempre estén encendidas las luces y estén enriquecidas de formas varias; aparte, por nuestra benevolencia, con decreto de nuestra sagrada voluntad imperial hemos concedido tierras en Occidente y en Oriente, hacia el norte y hacia el sur, a saber en Judea, en Tracia, en Grecia, en Asia, en África y en Italia y en varias islas, con la condición de que sean gobernadas por nuestro santísimo padre el sumo pontífice Silvestre y de sus sucesores...
...Desde este momento concedemos a nuestro santo padre Silvestre, sumo pontífice y papa universal de Roma, y a todos los pontífices sucesores suyos, que hasta el fin del mundo reinen sobre la sede de san Pedro: nuestro palacio imperial de Letrán, la diadema, o sea nuestra corona, la tiara, el humeral que suelen llevar los emperadores, el manto purpúreo y la túnica escarlata y cualquier otra indumentaria imperial, la dignidad de caballeros imperiales, los cetros imperiales y todas las insignias y estandartes y los diversos ornamentos imperiales, y todas las prerrogativas de la excelencia imperial y la gloria de nuestro poder. Queremos que todos los reverendísimos sacerdotes que sirven a la misma santísima Iglesia Romana en sus diversos grados, tengan la distinción, potestad y preeminencia con las que se adorna gloriosamente nuestro ilustre Senado, es decir, que se conviertan en patricios y cónsules y sean investidos con todas las otras dignidades imperiales. Decretamos que el clero de la Santa Iglesia Romana se adorne como el ejército imperial. Y como la potencia imperial se circunda de oficiales, chambelanes, servidores y guardias de todo tipo, así también queremos que la Santa Romana Iglesia esté adornada con los mismos. Y para que resplandezca magníficamente el honor del Pontífice, decretamos asimismo lo siguiente: que el clero de la Santa Iglesia Romana adorne sus caballos con arreos y gualdrapas de lino blanco y así cabalgue. Y como nuestros senadores llevan calzados blancos de pelo de cabra, así los lleven también los sacerdotes, para que las cosas terrenas sean adornadas como las celestiales, para gloria de Dios. Además, a nuestro santísimo padre Silvestre y a sus sucesores les damos autoridad de ordenar a quien quiera que desee ser clérigo, o de agregarlo al número de los religiosos. Nadie actúe con arrogancia respecto a esto. También hemos decidido que él y sus sucesores lleven la diadema, o sea la corona de oro purísimo con gemas preciosas, que de nuestra cabeza le hemos concedido. Pero porque el mismo beatísimo Papa no quiso llevar una corona de oro sobre la corona del sacerdocio, que lleva a gloria de san Pedro, Nos con nuestras propias manos hemos puestos sobre su santa cabeza una tiara brillante de cándido esplendor, símbolo de la Resurrección del Señor y por reverencia a san Pedro le sostuvimos las riendas de su caballo, cumpliendo para él el oficio de caballerizo: establecemos que también todos sus sucesores lleven en procesión la tiara, con un honor único, como los emperadores. Y para que la dignidad pontificia no sea inferior, sino que tenga mayor gloria y potencia que la del Imperio terreno, Nos damos al mencionado santísimo pontífice nuestro Silvestre, papa universal, y dejamos y establecemos en su poder gracias a nuestro decreto imperial, como posesiones de derecho de la Santa Iglesia Romana, no solamente nuestro palacio, como ya se ha dicho, sino también la ciudad de Roma y todas las provincias, lugares y ciudades de Italia y del Occidente. Por ello, hemos considerado oportuno transferir nuestro imperio y el poder del reino hacia Oriente y fundar en la provincia de Bizancio, lugar óptimo, una ciudad con nuestro nombre, y establecer allí nuestro gobierno, puesto que no es justo que el emperador terrenal reine allí donde el Emperador celestial ha establecido el principado de los sacerdotes y la Cabeza de la religión cristiana. Decretamos que todas estas decisiones que hemos sancionado con un sagrado decreto imperial y con otros divinos decretos, permanezcan inviolables e íntegros hasta el fin del mundo. Por consiguiente, en presencia de Dios vivo que nos ordenó reinar, y delante de su juicio tremendo, decretamos solemnemente, con este acto imperial, que a ninguno de nuestros sucesores, magnates, magistrados, senadores y súbditos que ahora, o en el futuro estuvieren sujetos al imperio, sea lícito infringir esto o alterarlo de cualquier modo. Si alguno -cosa que no creemos- despreciase o violase esto, sea alcanzado por las mismas condenas y les sean adversos, tanto ahora como en la vida futura, Pedro y Pablo, príncipes de los Apóstoles, y con el
Bergoglio tiene una aversión notoria hacia las mujeres.
diablo y con todos los impíos sean precipitados a quemarse en lo profundo del infierno. Hemos puesto éste, nuestro decreto, con nuestra firma, sobre el venerable cuerpo de san Pedro, príncipe de los Apóstoles”

Tantas y tantas mentiras del Vaticano han hecho de la Religión Católica Romana, una de las más dañinas para la humanidad. La Historia Oficial de Roma sólo ha sido real en su imaginación. Todo lo que Roma toca, lo pervierte, lo desvirtúa, lo tuerce a su conveniencia.
Así que eso de que hay una línea sucesoria desde Pedro hasta Benedicto XVI, no es más que la tarjeta de presentación del Vaticano. Esa tarjeta es por naturaleza mentirosa y un vil engaño a millones de “feligreses” cándidos, que prefieren oír a los curas que investigar la Historia.
Dígase como debe ser. Primero, Pedro no fue obispo de Roma, no fue Papa, no tuvo que ver nada con la creación paulatina del Romanismo. Aún los primeros “obispos” de Roma son inventados, acomodados “a doc”, porque los primeros líderes de las Iglesias Cristianas en Roma, trabajaban en Presbiterio. Esto es, los pastores se trataban de manera respetuosa como iguales entre todos ellos, sujetos espiritualmente a los apóstoles y profetas. De manera que no es posible tener una lista cierta de gente que se dijo “obispo de Roma” en el primer siglo
Los nombres como: Lino de Toscana, Cleto de Roma y Clemente de Roma, son legendarios. Pero desde el siglo segundo, en que principian a perfilarse los obispos monárquicos como parte del deterioro del CRISTIANISMO, es posible que sea histórica la lista que Roma da. Sin que ello implique sucesión ininterrumpida. Ya que como se ha visto en un capítulo anterior de esta obra; el Romanismo ha tenido momentos cruciales con dos y hasta tres papas simultáneos, todos ellos atribuyéndose el título de Vicarios de Cristo, “Su Santidad”, “Santísimo Padre”.
En la Edad Media, Roma vive la edad de las tinieblas. LA Sede Papal en Aviñón, el Doble Papado, y el triple Papado, son ejemplos claros de que tan putrefacta ha sido la RELIGIÒN Católica Romana. La conducta privada de los papas y clérigos de estos años es la muestra de lo que realmente ha sido, y es Roma, la gran Ramera del Apocalipsis


Benedicto XVI es sucesor verdadero, directo, real, e histórico de Martín V quien fuera Papa de 1417 a 1431, cuyo nombre real fue Otón Colonna y nació en Roma. De este Papa si son verdaderos sucesores todos los papas de los últimos quinientos años. Pero hacia atrás en la Historia, NO EXISTE LINEA INITERRUMPIDA.
Del libro católico romano: “Historia de la Iglesia”, de Bruno Ávila, editorial San Benito, de Buenos Aires publicado en 1949 tomamos los siguientes datos: Una vez reunido el Concilio de Constanza teniendo como Patrono al Emperador Alemán Segismundo I, se logra la renuncia del Papa Juan XXIII, y luego la del Papa Gregorio XII, y habiendo depuesto al Papa Benedicto XIII.
En la lista oficial de los Papas, Roma reconoce como sucesor legítimo a su “Santidad Gregorio XII. Y uno se pregunta: ¿Era o no era legítimo “sucesor” de San Pedro? Si era como lo afirma la lista “ininterrumpida de sucesores, ¿por qué lo obligaron a renunciar?, y si renunció porque no era legítimo sucesor de Pedro, entonces ¿Por qué ahora la Religión Romana lo tiene en la lista de los auténticos sucesores? Lo cierto es que la renuncia de su Santidad Gregario XII, es un ejemplo del vergonzoso contubernio generado entre los cardenales de la época, que tironeaban cada uno para su lado a efectos de erigir al Papa de su agrado. Un episodio general que deja al descubierto la falacia que muchos en la iglesia de Roma pretenden propagar respecto de la "sucesión ininterrumpida del príncipe de los apóstoles, guiada por el Espíritu Santo".
Por supuesto que el Concilio de Constanza no logró que su santidad el Papa Benedicto XIII, cuyo nombre real era Pedro Martínez de Luna, renunciara. Entonces el Concilio lo depuso. Y si el Concilio lo depuso, entonces: ¿En donde quedó la dirección del Espíritu Santo al haberlo elegido?
Benedicto XIII, nacido Pedro Martínez de Luna, nació en Illueca, Zaragoza, 1328 y murió en Peñíscola, Castellón en 1423 
Brevemente quiero dejar constancia de los Papas que sí son de sucesión ininterrumpida de Martín V en el siglo XV. Más allá de esto, es una grotesca mentica del Vaticano. De 1431 a 1447, fue Papa, Eugenio IV, cuyo nombre real era Gabriel Condulmer, nacido en Venecia. De 1447 a 1455 Nicolás V, cuyo nombre real fue Tomás Parentucelli, oriundo de Zarzana. De 1445 a 1458 Calixto III cuyo nombre fue Alfonso de Borja o Borgia, de Canals España. De 1458 a 1464 Pio II, cuyo nombre fue Eneas Silvio Piccolomini de Sierna. De 1464 a 1471, Pablo II cuyo nombre era Pedro Barbo de Venecia. De 1471 a 1484, Sixto IV cuyo nombre era Francisco della Rovere de Savona. De 1484 a 1492 Inocencio VIII cuyo nombre fue Juan Bautista Cibo de Génova. De 1492 a 1503, Alejandro VI; cuyo nombre real fue Rodrigo de Borja o Borgia de Játiva España. En 1503 Pio III cuyo nombre fue Francesco Todeschino Piccolomini de Sierna. de 1503 a 1513, Julio II, cuyo nombre era Juliano della Rovere de Savona. De 1513 a 1521, León X cuyo nombre era Giovanni de Lorenzo de Medicis, originario de Florencia. Es este Papa el que tuvo que enfrentar el inicio de la Reforma Protestante, y por cuya insensatez el Dr. Martín Lutero logró el establecimiento y avance del Protestantismo en Alemania y otros países europeos. Este fue el papa que concedió a Alberto el Arzobispo de Maguncia, Arzobispo de Brandemburgo y arzobispo de Mandemburgo, la venta de las indulgencias.
De 1522 a 1523 fue Papa, Adriano VI, cuyo nombre era Adrian Florenz Boeyens de Utrecht, Holanda. De 1523 a 1534 Clemente VII, cuyo nombre era Gulio de Juliano de Medicis, de Florencia. De 1534 a 1549, Pablo III, cuyo nombre era Alessandro Famesio de Roma. De 1549 a 1555 Julio III cuyo nombre era Giovanni Marçia Ciocchhi del Monte, oriundo de Roma. En 1555 Marcelo II cuyo nombre fue Marcelo Cervini de Spanncchi originario de Montesano. De 1555 a 1559, Pablo IV, cuyo nombre era Gionanni Pietro Carafa, de Nápoles. De 1559 a 1565 Pio IV de nombre Gionanni Ángelo de Médecis, oriundo de Milán. De 1566 a 1572 Pio V, cuyo nombre era Anotnio Miguel Ghislieri oriundo de Bosco. De 1572 a 1585 Gregorio XIII, ccuyo nombre real era Hugo Buoncampagni originario de Lolonia. De 1585 a 1590, Sixto V, cuyo nombre era Félix Perretti, de Grottamare. En 1590, Urbano VII, originario de Roma y de nombre Giovanni Batista Castagna. De 1590 a 1591, Gregorio XIV, de nombre Niccolo Sfondrati, de Milán. En 1591, Inocencio IX, de Bolonia con el nombre real de Giovanni Antonio Facchinetti. De 1592 a 1605. Clemente VIII, originario de Florencia y de nombre Hipólito Aldobrandini. En 1605, León XI. también de Florencia y de nombre Alessandro Octavio di Medicic. De 1603 a 1621, Pablo V de nombre Camilo Borghese oriundo de Roma. De 1621 a 1623, Gregorio XV, de Bolonia y de nombre Alessandro Ludovisi. De 1623 a 1644, Urbano VIII, cuyo nombre era Maffeo Barberini de Florencia. De 1644 a 1655, Inocencio X, de nombre Gionanni Batista Pamfili, oriundo de Roma. De 16655 a 1667, Alejandro VII de nombre Fabio Chigi originario de Siena. De 1667 a 1699, Clemente IX de nombre Giulio Rospigliosi, originario de Pistoia. De 1670 a 1676, Clemente X, de nombre Emilio Altieri, oriundo de Roma. De 1676 a 1689, Inocencio XI, su nombre era Benito Odescalchi de Como. De 1689 a 1691, Alejandro VIII. cuyo nombre fue Pietro Vitto Ottoboni, originaria de Venecia. De 1691 a 1700, Inocencio XII, cuyo nombre fue Antonio Pignatelli, originario de Nápoles. 
Básicamente, a causa de la Revolución Francesa, surge el período de la Ilustración. Se produce un cambio en el sistema de valores y creencias que caracterizaba al mundo occidental. Surge una sociedad nueva; el súbdito se convierte en ciudadano. Hay una nueva postura frente al arte, el pensamiento y la religión. Y los Papas tienen que enfrentar estos hechos irreversibles.
Allí está de 1700 a 1721, Clemente XI cuyo nombre era Gionanni Franesco Albani originario de Pésatro, Italia. DE 1721 A 1724, Inocencio XIII, de nombre Miguel Angel de Conti, originario de Poli, Roman Italia. De 1724 a 1730, Benedicto XIII cuyo nombre era Pietro Francesco Orsini, de Gravina in Puglia, Bari, Italia. De 1730 a 1740, Clemente XII, de nombre Lorenzo Corsini, de Florencia Italia. De 1740 a 1758, Benedicto XIV, de nombre Prospero Lorenzo Lambertini, de Bolonia Italia. De 1758 A 1769, Clemente XIII, de nombre Carlo della Torre Rezzonico, oriundo de Venecia Italia. De 1769 a 1774, Clemente XIV, de nombre Giovanni Vincente Anotnio Ganganelli, de Santarcángelo, Rímini, Italia. De 1775 a 1799, Pio VI, cuyo nombre fue Giovanni Angelo Braschi, originario de Cesena Italia. De 1800 a 1823, Pio VII, de nombre Barnabe Gregorio Chiaramonti, oriundo de Cesena Italia. De 1823 a 1829, León XII, de nombre Anibal Sermattei della Genga, originario de Fabriano, Ancona Italia. De 1829 a 1830, Pio VIII de nombre Francesco Javier Castiglioni, originario de Cingoli, Macerata Italia. De 1831 a 1846, Gregorio XVI, de nombre Bartalomeo Alberto Capellari, oriundo de Belluno Italia. 
Con la crisis de 1848 se imponen las ideas de la Revolución Francesa. Se consolida con ella el mundo liberal, el rechazo a los dogmas, el alejamiento de la Religión Católica Romana y el racionalismo. Se desarrollan las ideas del pragmatismo, el agnosticismo, el ateísmo y la lucha de clases, rechazados por sucesivos Papas. Este período, de poco más de un siglo, representa cambios que parecen culminar el desarrollo de un milenio.
Se enmarca entre los Concilios Vaticano I y Vaticano II. La Iglesia lucha contra el avance del liberalismo y del modernismo, crea la Acción Católica y presenta las primeras enseñanzas sociales. Con la pérdida, contra su voluntad, de los Estados Pontificios, se desprende finalmente de sus posesiones territoriales, aunque sigue ligada a Italia por aspectos políticos y económicos.
De 1846 a 1878, es Papa, Pío IX, de nombre Giovanni Maria Mastai Ferretti, oriundo de Senigallia, Ancona Italia. De 1878 a 1903, León XIII de nombre Gioacchino Pecci, originario de Carpineto Romano, Lacio Italia. De 1903 a 1914, Ppío X, de nombre Giuseppe Sarto, oriundo de Riese, Treviso, Italia. De 1914, a 1922, Benedicto XV, de nombre Giacomo Della Chiesa, originario de Gënova Italia. De 1922 a 1939, Pio XI, cuyo nombre era Achile Ratti, oriundo de Desio, Lián, Italia. De 1939 a 1958, Pío XII, de nombre Eugenio Pacelli, de Roma Italia. Eugenio Pacelli, bendijo los ejércitos de Hitler y de Musollini, mediante concordato logró de Musollini, el actual territorio llamado estado vaticano, que no es más grande que la Alameda Central de la ciudad de México, con apenas menos de 1000 ciudadanos.
De 1958 a 1963, Juan XXIII, de nombre Angelo Giuseppe ROncalli, originario de Sotto il Monte, Bérgamo Italia. 
Juan XXIII y su “arggionamento” cristalizado en Concilio Vaticano II, forman uno de los acontecimientos extraordinarios que ha experimentado la Religión católica Romana, en sus diez y seis siglos de historia. Se la llamó la apertura de la Iglesia, porque intentó actualizarse a sus tiempos. Para muchos en la Religión católica Romana, fueron años difíciles, de adaptación y autodescubrimiento.
A la muerte de Juan XXIII, viene al pontificado Pablo VI, de 1963 a 1978; su nombre original era Gionanni Battista, originario de Concesio, Brescia Italia. En 1978, la Religión Católica Romana sufre su gran descalabro, con la llegada al pontificado de Juan Pablo I, de nombre Albino Luciani, oriundo de Canale d’Agirdim Belluno Italia. No cabe duda para muchos sectores de la humanidad que su muerte repentina no es otra cosa sino un asesinato en nombre de la santa madre Iglesia.
De 1978 a 2005, Juan Pablo II con una visión ultraconservadora, y en sentido opuesto a Juan Pablo I, está al frente de la gran Ramera, habiendo sido llamado Karol Jósef Wojtyla, y habiendo nacido en Wadowice, Cracovia Polonia. Tras la época del espíritu del Concilio Vaticano II, el Papa Juan Pablo II comienza a salir del Vaticano de forma asidua, haciendo viajes por todos los continentes; haciendo de la mercadotecnia su mejor aliada; y apareciendo en todos los medios de comunicación: radio, televisión, videoconferencias, internet. Pero con todo su pragmatismo y su activismo, no logró mucho a favor de la Religión Católica Romana, pues millones de católicos abandonaron sus filas en dicho pontificado. Uno de sus descalabros fue el haber participado del juego de la alta jerarquía política mexicana para venir a México y canonizar una leyenda llamada Juan Diego. Leyenda que ni los católicos mexicanos creen realmente, pues su culto está del todo abandonado, cuando que la jerarquía pensó que con esa canonización, se afianzarían más segmentos de la población mexicana a la religión popular.
Y hemos llegado al actual Benedicto XVI, quien fue el dirigente mundial de la Santa Inquisición (actualmente camuflageada como Congregación para la Conservación de la Fe) antes de ser Papa. Benedicto XVI de nombre Joseph Alois Ratzinger, nacido en Marktl an Inn, Babiera, Alemania. Y que requiere una reflexión amplia un poco más adelante. 
Asi que de Martín V a Benedicto XVI hay auténtica sucesión, la mayor parte de la historia de los Papas, está enlodada con leyendas, mentiras y componendas que dan como resultado oficial: “línea ininterrumpida desde Pedro hasta Benedicto XVI”.

¿LE ENTREGÓ JESUCRISTO EL PRIMADO A PEDRO?

Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez en
plena ponencia sobre el Papado
INTRODUCCIÓN
Después del Concilio de Nicea, el cual fue convocado, presidido y definido por Constantino el Grande; León I, obispo de Roma en el siglo V (440-460) por primera vez se atrevió a interpretar Mateo 16.18-19, Lucas 22.31-32 y Juan 21.15-17 como ahora los entiende la Religión Romana.

A continuación algunos ejemplos de lo que venimos discurriendo:

JUAN CRISÓSTOMO (345 - 407)

Muy notable líder cristiano del Oriente, a pesar de ser uno de los promotores de la festividad navideña en Antioquia de Siria, es un fiel reflejo del pensamiento cristiano de sus tiempos en cuanto al papado. 

Juan Crisóstomo sostuvo que “La roca en la cual está fundada la iglesia es la Confesión de Fe que Pedro pronunció: TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVIENTE” Sobre esa confesión de fe de Pedro está fundada la Iglesia, sostuvo el pensador.

JERÓNIMO (349 - 420)
Otro Gran Doctor de la Iglesia quien sostuvo que el canon del Antiguo Testamento debería estar sin los libros apócrifos, creía del mismo modo que Juan Crisóstomo, esto es, que la Roca era la Confesión: TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS VIVIENTE

AGUSTÍN DE HIPONA (354 - 430)
Oficialmente murió fuera de la comunión con la Religión Católico-Romana, pero que a pesar de eso, está en los altares católicos y se le tiene como uno de los más insignes doctores de la Religión Romana. 

Sostuvo que LA ROCA en la cual está fundamentada la Iglesia es CRISTO.

Como en el caso de la interpretación tardía y forzada que el catolicismo romano hace de Mateo 16.13-20, hay otros pasajes del Nuevo Testamento, que de manera tardía, también, principiaron a manejarse como base de la autoridad del Papa.

I. ¿LE ENTREGA CRISTO A PEDRO EL PRIMADO EN
JUAN 21.15-25?
Como es conocido de muchos, el papa romano tiene una infinidad de títulos para exaltar su figura más y más cada día. Uno de esos es el de pastor general de la iglesia.

Uno de los pasajes favoritos a citar para tratar de hacer aparecer a Pedro más que a los demás apóstoles, es Juan 21.15-25. En este pasaje, Jesús ya resucitado, aparece a sus discípulos muy temprano mientras ellos estaban pescando y toma un desayuno con ellos. Cuando hubieron comido, dice la Escritura, se establece un diálogo entre Jesucristo y Pedro.

He aquí el texto completo:

“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón hijo de Jonás ¿Me amas más que estos? Le respondió, sí Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

Volvió a decirle la segunda vez: Simón hijo de Jonás ¿Me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿Me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”

Sacando este episodio de su contexto pareciera ser que dice lo que la Religión Romana afirma, respecto de un primado que Cristo le entrega a Pedro, una vez que él ha resucitado. Sin embargo una de las reglas hermenéuticas más elementales es que un pasaje de la Biblia se interpreta en su contexto, y no fuera de contexto.

¿Qué es el contexto? Lo que describe inmediatamente antes y después respecto del episodio en cuestión.

En Mateo 26:31-35 mientras transcurre la institución de la CENA DEL SEÑOR, Cristo le anuncia a todos los apóstoles que le negarán, y a Pedro que éste va a traicionarlo en esa misma noche. 

Dice Mateo 26.34-35: “Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo”

Efectivamente, los evangelios continúan dando testimonio del hecho. En Mateo 26.69-75 se narran las tres negaciones de Pedro. 

Esa noche, Pedro estaba sentado en el patio del sumo pontífice, y ante una criada que le dijo que él estaba con Jesús, él contestó que no sabía de qué hablaba ella. 

Salió a la puerta, otra mujer dijo a los que allí estaban: “También éste estaba con Jesús el Nazareno” y él lo negó con juramento: “No conozco al hombre”

Acercándose a él algunos de los que estaban allí le dijeron que su manera de hablar lo descubría como galileo, y él principió a maldecir y a jurar que no conocía “al hombre” Y enseguida cantó el gallo. Entonces Pedro, se acordó de lo que Jesús le había profetizado y saliendo fuera se puso a llorar con amargura.

En esta porción de la Palabra vemos que Pedro al decir “no conozco al hombre” no sólo se deslindó de Jesús, sino que le calificó como un hombre cualquiera. Pero el hecho de que lo haya maldecido y jurado que no lo conocía, hacía de Pedro un varón en condiciones espirituales miserables. Para el israelita un juramento era un acto sagrado. La declaración que daba con juramento tenía la característica de que lo hacía en la presencia de DIOS, por lo tanto, no podía mentir; y si mentía, echaba maldición en su cabeza con su propia boca. 

Así que cuando Pedro salió del edificio y lloró con amargura, lo hizo porque le dolía haber negado a Jesús; pero también porque él vio interrumpida su comunión con Dios. En otras palabras, Pedro para volver a ser el mismo de antes de que él negara a Jesús, necesitaba ser restaurado. 

En comparación con los otros discípulos, Pedro se sentía en el sótano. Los otros apóstoles, también le negaron, pero no tres veces y no dice la Biblia que lo maldijeron y que juraron no conocerlo. 

Ahora sí, podemos comprender el diálogo que registra el evangelista Juan en su capítulo 21.15-25, cuando Jesús le dice a Pedro: ¿Me amas? Aquí Jesús no está exaltando a Pedro sobre los otros discípulos, sino restaurándolo y poniéndolo al nivel de ellos. Pedro estaba siendo ministrado y restituido al apostolado. De ninguna manera puede entenderse el diálogo como la entrega de un Primado.

En Juan 21.15, la pregunta de Jesús a Pedro es: 

AGAPAS ME PLEON TOÚTON

“ME AMAS MÁS QUE ESTOS?

Aquí el término clave es  AGAPAO, “AMAR CON UN AMOR INCONDICIONAL” 

Pedro responde: 

OTI FILO TE

En la traducción de nuestra Biblia al Español, no se nota la distinción, pero en el original, el verbo que usa Pedro es FILEO, es decir: “Te aprecio o te quiero”; pero no es el amar incondicional de Dios. Pedro no podía decir AGAPAO.
Los católicos le besan el dedo gordo del pie
derecho en la plaza de San Pedro en Roma
porque los engañan diciendo que es San
Pedro. Pero se trata de una antiguo estatua
de Apolos, dios griego.


Entonces, la tercera vez, Jesús cambia el verbo AGAPAO, por el verbo FILEO y pregunta: 

FILEIS ME

“¿ME QUIERES?”

Y Pedro responde: 

SU GUINOSKEIS ÓTI FILO SE

“TÚ CONOCES QUE TE QUIERO”

En otras palabras, Pedro no se atrevió en las tres ocasiones en que Jesús le insistió preguntando: ¿Me amas con un amor incondicional? a responder: “Te amo” con un amor incondicional, y le dijo al final; “TÚ LO SABES TODO, SABES QUE TE QUIERO”* 

Jesús le dice la primera vez “apacienta mis corderos”

El concepto de PRIMADO, es extraño a las Escrituras. Por el contrario, Jesús estableció en Marcos 10.43-45: 

“Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor. Y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”


II. ¿HAY DELEGACIÓN DE AUTORIDAD PAPAL 
EN LUCAS 22.31-32?

Dicen los curas, el hecho de que Satanás haya pedido a Pedro para ser zarandeado, y que Cristo le ofrezca una misión especial para confirmar a sus hermanos después de la prueba, es clara evidencia de que Pedro tenía una misión superior a los demás apóstoles.

¿Qué dice la Escritura exactamente? Lucas 22.31-32 dice: 

“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”.

Al respecto podemos decir cuando menos lo siguiente:

1. El Señor declara que todos los discípulos han sido pedidos para ser zarandeados como a trigo, no solamente a Pedro, como comúnmente se entiende.

2. Es verdad que Cristo le dice a Pedro: “...pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte...” Esta expresión alcanza su máximo significado, si recordamos los pasajes ya estudiados en este mismo capítulo, en los cuales Pedro niega, jura no conocer “al hombre” y aún lo maldice. Marcos 14.71 dice: “Entonces él (Pedro), comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis” 

En otras palabras, Pedro llegaría a estar en una condición espiritual muy próxima a la de Judas. Judas no se arrepintió. Pero el Señor rogó porque Pedro sí tuviera un arrepentimiento genuino.

3. Es determinante para el caso de lo que estamos estudiando la expresión del original Griego, para la expresión: “...y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” La expresión griega que se traduce en nuestras Biblias, una vez vuelto es, POTE EPISTRÉFAS, que literalmente significa, ‘CUANDO TE CONVIERTAS”, eso quiere decir que la condición de Pedro llegaría ser de tal magnitud que requeriría de Una Conversación al Señor. En este contexto las palabras del Señor tienen una fuerte intención de ministrarle a Pedro para las necesidades intrínsecas de Pedro más que para que él esté al frente de la iglesia o que sea primado en alguna jerarquía. Por favor, disfrutemos la enorme distancia que hay entre lo que realmente dice la Biblia con lo que el romanismo pretende que diga.

4. En la expresión final: “...una vez vuelto, confirma a tus hermanos” el término griego para confirmar aquí es: STÉRISON, que literalmente significa: “FORTALECE” a tus hermanos. Resulta obvio afirmar que cuando un hermano en la fe cae, se aparta y luego regresa al redil del Señor, su fe nos fortalece. Pero de allí a que eso implique que el descarriado y recién reintegrado al rebaño, por el hecho de haber regresado ya recibió el primado, es un absurdo.

5. Y sobre todo, si se lee completo el capítulo 22 de Lucas. Pues las palabras del Señor a que hemos hecho referencia, vienen antecedidas de los versículos 24-30, en donde Jesús enseña quién es el mayor en el reino de los cielos. Concretamente en los versículos 25 y 26 dice: 

“Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y sobre los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores, mas no será así entre vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven y el que dirige como el que sirve” 

Así que mientras el Romanismo pretende hallar en este capítulo base escrituraria para fundamentar la autoridad papal y la afirmación bíblica de una jerarquía piramidal, Jesucristo de manera tajante y categórica dice que en la iglesia, las cosas son totalmente diferentes.

III. LAS LLAVES DEL REINO

La cantaleta tan popular de que Pedro tiene las llaves del cielo y que él determina quién entra o no mismo, es sin duda alguna, un total disparate teológico.

Veamos lo que dice el pasaje bíblico en referencia. Mateo 16.19 dice: “A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos y todo lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos”.

Siempre el contexto nos saca de toda duda. Si el pasaje anterior es parte del establecimiento del papado sobre Pedro, ya que este versículo hay que estudiarlo, junto con el anterior en donde hemos establecido quien es la roca, entonces veamos lo siguiente:

1. ¿Qué tanta infalibilidad papal tenía Pedro a partir de ese momento? Dice la Biblia que un poco después de que Jesús le dijo a Pedro lo de las llaves, Jesús dijo a todos que él iba a morir, y Pedro lo llama aparte para reconvenirle, que de ninguna manera acepte el Señor la muerte, y entonces Cristo le dice a Pedro: “¡Quítate de delante de mí Satanás!, me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios; sino en las de los hombres” Si el papa no se puede equivocar cuando habla ex cátedra ¿por qué aquí Pedro se equivocó?

2. Jesús le dice a Pedro “...te daré las llaves del reino de los cielos...” No, “las llaves del cielo” Todos los mitos que se han tejido en torno a Pedro a la puerta del cielo para decidir quién entra y quién no, son una vez más, engendro de mentira. Para entender la expresión de Jesucristo: “Te daré las llaves del reino de los cielos”, solamente hay que preguntarnos, ¿cuándo fue que Pedro las usó? Y la respuesta es obvia. En el día de Pentecostés, cuando una vez venido el Espíritu Santo, Pedro puesto en pié abre la era de la predicación evangélica, trayendo como resultado la conversión de tres mil varones. 

3. Así que, las llaves del reino de los cielos, son las llaves de la predicación del Evangelio. En ese sentido dichas llaves están en las manos de cada verdadero creyente. Es a todos que Jesús ordena: “Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a cada criatura” (Marcos 16.15) Y una vez más, aquí no hay indicios de jerarquía religiosa ni primacía papal, sólo el privilegio de que Pedro fuera el primero en predicar el mensaje.

El Nuevo Testamento tiene 27 libros, de los cuales cuando menos 13 seguramente fueron escritos por Pablo, entre tanto que Pedro escribió dos epístolas relativamente cortas. Resulta obvio que Pedro mira como algo especial “la sabiduría que le ha sido dada a Pablo” (II Pedro 3.15-16). La lógica nos obliga a pensar que si Pedro es el Papa designado por Jesucristo para representarlo en la tierra y de éste vendrían todos sus sucesores; que entonces, Pedro debiera tener más revelación que ninguno otro de los apóstoles.

CONCLUSIÓN

De acuerdo a lo hasta aquí estudiado en las Sagradas Escrituras, Pedro, ni era Papa, ni presidía a los apóstoles, ni era primado en la Iglesia en Jerusalén, ni fue enviado a los gentiles, ni tenía mayor revelación que otros apóstoles, ni tuvo un gobierno sobre la Iglesia Primitiva. Sencillamente el Pedro de la Biblia, es un auténtico siervo de Jesucristo, que nada tiene que ver con el “Pedro mitológico” que el romanismo ha construido entre LA HERIDA DE LA BESTIA QUE SANO.